(Madrid).- La voluntad anticipada es una herramienta esencial en sanidad, ya que permite al paciente manifestar anticipadamente su voluntad sobre los cuidados, tratamientos o el destino de sus órganos en un momento en el que, o no puede expresarlo, o bien ha fallecido. Pero también para el médico, porque le sirve como “instrucciones previas” sobre el ejercicio del derecho de autonomía.

Por todo ello, es necesario que este documento esté integrado en la historia clínica, tal y como ha detallado Jesús Sánchez Martos, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, durante la entrega del III Premio Nacional de Derecho Sanitario. Precisamente este año, el galardón ha recaído en la reflexión sobre las instrucciones previas en sanidad, un trabajo de Juan Calixto Galán Cáceres, fiscal jefe de la Fiscalía Provincial de Badajoz, y Mariano Casado Blanco, médico forense y profesor de Medicina de la Universidad de Extremadura.

En opinión del consejero, “es necesario que la Administración sanitaria cumpla con la voluntad anticipada del paciente”, ya que el derecho a la salud lo es “se reciba en la pública o en la privada”, ha remarcado.

Por su parte, Ricardo De Lorenzo, presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, y Diego Murillo, presidente de AMA, coindicen en señalar que tanto los profesionales sanitarios como la propia Administración deberían tener mayor implicación a la hora de implantar este documento en el sistema sanitario. Este último también ha querido destacar la importancia del trabajo premiado, así como su excepcionalidad: “desarrolla un tema muy trascendente, la cada vez mayor preocupación social por las atenciones y posibles tratamientos de una persona al final de la vida”, ha explicado Murillo a los asistentes. “Muchos asegurados de AMA se han interesado también por estas cuestiones, que siempre conviene tratar con máximo respeto, con asesoramiento, con análisis cualificados y con los profesionales”.

 

En el momento de la entrega, Calixto Galán ha mostrado su satisfacción por recibir este premio, que considera “un reconocimiento al esfuerzo que hemos realizado en el abordaje de una materia que entendemos muy interesante para la sociedad y, de modo especial, para todo el colectivo sanitario”. Idea que comparte el otro galardonado, Mariano Casado, quien explica que “quizás lo más significativo sea hacer visible el trabajo realizado, cuyo contenido, sin duda, se hace con el objetivo de que pueda redundar en el beneficio de médicos, juristas y pacientes”.

Conclusiones y recomendaciones del trabajo premiado

Entre sus principales conclusiones, este estudio recomienda que la Administración e instituciones sanitarias debe dar la máxima difusión y explicar a los ciudadanos las grandes ventajas que el documento de instrucciones previas entraña, no solo para los casos al final de la vida, sino también en los supuestos de enfermedades irreversibles, incapacidades, fecundación in vitro, destino del cuerpo o donación de órganos, entre otros.

Asimismo, el trabajo hace varias recomendaciones. En primer lugar, es esencial que los sanitarios tomen conciencia de que las instrucciones previas son la expresión del ejercicio del derecho de autonomía, que forma parte de un proceso amplio de reflexión y comunicación con los pacientes y no solo del proceso de cumplimentación.

También que todos los médicos deben estar concienciados pero, sobre todo, deben ser los facultativos de Atención Primaria los que tengan más habilidades para transmitir información a los pacientes sobre este tema. Además de esto, las organizaciones deberían asumir el papel de formadores de sus propios colegiados e informadores a la población en general y a quien lo demande.

Fuente: Redacción Médica