(Madrid).- La hipotética adquisición del gigante de los transgénicos Monsanto por parte de Bayer AG corre el riesgo de convertirse en la gran operación de 2016. De hecho, su consecución generaría un líder indiscutible en producción agrícola, química y con una presencia capital en la industria farmacéutica, que ya ha puesto en alerta a los reguladores que vigilan la concentración en una sola compañía de tantos intereses.

De entrada, la oferta de 55.300 millones de euros (62.000 millones de dólares) planteada por Bayer para adquirir no es suficiente. Así lo ha hecho público el presidente de Monsanto, Hugh Grant. "La actual propuesta infravalora significativamente nuestra compañía y no resuelve de manera adecuada algunos potenciales riesgos reguladores".

Pero si de algo ha servido la iniciativa de Bayer de hacer pública su oferta es que ha dejado al descubierto el proceso de negociación que ya se había iniciado. La respuesta de Monsanto corrobora la existencia del proceso de negociación pero que implique una oferta mayor. "Queremos continuar las conversaciones para lograr el mejor interés para los accionistas de Monsanto", sentenciaba Grant.

Por su parte, el director general de Bayer, Werner Baumann, se congratulaba de que "la junta de Monsanto está abierta a dialogar y comparte nuestra creencia en los beneficios sustanciales que una estrategia de integración". Eso sí, Baumann no ofreció ni un síntoma de incrementar la oferta actual de 122 dólares por acción.

En los mentideros financieros se especula con que Monsanto no comenzará a tomar en serio la oferta si no se acerca a los 150 dólares por acción. Extremo que complicaría las posibilidades de financiación de Bayer, a tenor de la deuda que arrastra, cifrada en 17.449 millones de euros al cierre de 2015.

Fuente: El Global