(Madrid).- La mitad de los profesionales sanitarios cree que la existencia de plataformas accesibles y seguras de intercambio de datos mejoraría el impacto a un nivel muy positivo el nivel de la salud de los pacientes y del Sistema Nacional de Salud.

Además, el 70 por ciento de los profesionales y de los pacientes cree que las tecnologías aplicadas a la salud aportan una oportunidad para el sistema. Estos datos se extraen del informe Future Health Index, una encuesta realizada en 19 países a más de 30.000 personas entre pacientes y profesionales del sector sanitario, realizada por Philips y Opinno, representada en la jornada de este jueves por Carmen Boronat, directora de People de Opinno.

El objetivo del documento es "valorar o analizar qué grado de preparación tienen los países y sus sistemas sanitarios para los retos del futuro", ha explicado Ángeles Barrios, directora de comunicación y de relaciones externas de Philips Ibérica. Por esta razón, el informe ha planteado tres cuestiones para asegurar que un sistema esté preparado para el futuro. En primer lugar, evaluar el acceso a la tecnología; en segundo, la integración de los sistemas sanitarios y por último, la adopción de cuidados conectados.

 

Sobre España

España ha sido uno de los países participantes en la encuesta. El informe confirma que es el país, de los 19, que más confía en su sistema sanitario. Además, la percepción de la salud también es positiva, alrededor del 70 por ciento de los profesionales y pacientes tienen una opinión positiva.

Por otra parte, "la descentralización de nuestro sistema supone un reto", explica Barrios. Este aspecto es "percibido como negativo por los usuarios, y de hecho, un 39 por ciento lo considera extremadamente negativo".

La tecnología no llega al paciente

El informe revela que solo un 25 por ciento de los pacientes comprende la información sobre el uso de las tecnologías sanitarias. Por este motivo, Joan Escarrabill, director del programa de Cronicidad del Hospital Clínic de Barcelona, considera que uno de los errores es "evaluar la tecnología y no el paquete de cuidados que esta ofrece al paciente".

En la misma línea, el documento señala que si bien solo un cuarto de los pacientes considera tener suficiente información sobre las tecnologías, la mitad de las personas las usaría si las recomienda un médico. "Está claro que es una responsabilidad compartida", añade Escarrabill. El doctor en Medicina considera que hay cuatro dimensiones necesarias para que el paciente entienda el uso de la tecnología en la consulta.
La primera, la información. "Debe ser el profesional sanitario quien dé la información necesaria al paciente".

En segundo lugar, las herramientas terapéuticas, es decir, explicar al paciente "el catálogo de cuidados que se incorporan". Además, "hay que evaluar al paciente, no hay que actuar por suposiciones". El doctor considera que hay que preguntar al usuario por su experiencia. Por último, la participación del paciente es clave.

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