(Buenos Aires).- En la era actual, marcada por desafíos ambientales, económicos y sociales, el concepto de sustentabilidad se ha vuelto fundamental en todas las esferas de la vida, incluida la salud.

La sustentabilidad en salud no solo se refiere a la capacidad de los sistemas de salud para satisfacer las necesidades actuales de atención médica, sino también a su capacidad para hacerlo de manera equitativa, eficiente y sin comprometer los recursos y la calidad de vida de las generaciones futuras.

La sustentabilidad en salud requiere un enfoque holístico. Por un lado, debe garantizar la accesibilidad y la calidad de la atención médica de una manera que sea financieramente viable en el corto y largo plazo. Por otro lado, requiere analizar los factores sociales y ambientales que influyen en la salud de las personas. Esto implica repensar políticas y programas que aborden determinantes sociales como la pobreza, la educación, el empleo y el acceso a alimentos saludables y espacios verdes.

El caso del sistema de salud argentino

En el contexto argentino, el impacto económico de la sustentabilidad en salud es especialmente relevante. Para abordar estos desafíos, es fundamental que Argentina priorice la inversión en salud, promueva políticas que mejoren la eficiencia y la equidad en el acceso a la atención médica, y fomente enfoques preventivos. Al hacerlo, no solo se puede mejorar la salud y el bienestar de la población, sino también contribuir a un desarrollo económico sostenible y equitativo a nivel nacional.

La falta de financiamiento adecuado y la ineficiencia en la gestión de recursos nos lleva a costos crecientes y una utilización ineficiente de los recursos disponibles. Esto no solo afecta la capacidad del sistema de salud para proporcionar atención médica de calidad, sino que también tiene repercusiones económicas más amplias, como una mayor carga fiscal o una menor productividad económica debido a enfermedades evitables. Realmente es necesario replantear el financiamiento del sector como también desarrollar un plan de salud que defina el rol, la función y la cobertura de cada uno de los tres subsectores. Además, es necesario dotar al sistema de una Agencia de Evaluación de Tecnologías, que de racionabilidad a las incorporaciones tecnológicas y fortalecer el CO.FE.SA.

Por otro lado, la argentina enfrente un desafío en cuanto a los factores sociales. El nivel de pobreza estructural se encuentra en niveles exorbitantes, lo cual genera un verdadero desafío a las políticas económicas. Vale recordar que los problemas estructurales implican soluciones complejas y de mediano o largo plazo que contrastan con las necesidades inmediatas. Este y otros determinantes como empleo, vivienda o educación son claves para lograr la sustentabilidad del sistema. El empeoramiento de los determinantes son un factor clave en el aumento de la carga de enfermedad

Finalmente, destacar que la preservación y la gestión sostenible del ambiente son aspectos cruciales para garantizar la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras, así como para fortalecer la resiliencia del sistema de salud ante los desafíos de sustentabilidad. Se debe trabajar sobre la calidad del aire, el agua y los alimentos, así como la exposición a contaminantes y agentes patógenos, para disminuir la prevalencia de enfermedades y en la carga sobre los servicios de salud. Además, los fenómenos relacionados con el cambio climático, como olas de calor, eventos climáticos extremos y la propagación de enfermedades vectoriales, representan desafíos adicionales para la infraestructura sanitaria y la capacidad de respuesta del sistema de salud.

Por Ariel Mario Goldman Economía de la Salud. Director General de Administración. Hospital Zubizarreta. CABA Profesor universitario 

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Fuente: Diagnostics News por Ariel Mario Goldman