(Murcia).- Cada vez es más fácil salir de la duda sobre la paternidad. Si hace una década solicitar una prueba era una decisión directamente proporcional al dinero que tenía el usuario, ahora está mucho más al alcance de la mano de cualquiera.

Y es que desembolsar más de 400 euros (en una horquilla de precios donde pagar 800 euros no era disparatado) para saber si finalmente el hijo era suyo estaba al alcance de unos pocos.

La prueba sigue siendo igual de costosa, con reactivos caros, con maquinaria cara y con un equipo de laboratorio que necesita una formación específica. Sin embargo, el precio se ha reducido a más de la mitad gracias a la proliferación de clínicas y laboratorios que ahora realizan pruebas de paternidad por unos 200 euros.

En la Región de Murcia hay una veintena de clínicas que ofrecen este tipo de pruebas, si bien no las llevan a cabo directamente. Son laboratorios colaboradores con otros que sí tienen los instrumentos necesarios para realizarlas.

«En nuestro laboratorio hacer un perfil genético tiene un precio de venta al público, IVA incluido, de 190 euros. Estos precios van incrementándose en función del número de muestras involucradas y de las características de las muestras en cuestión. No es lo mismo extraer ADN de unas células recientemente obtenidas del epitelio bucal que de un hueso de 100 años», explica Tomás Navarro, director del laboratorio Citogen, con sede en Zaragoza, y con el cual colaboran más de una docena de laboratorios de la Región.

En los últimos años la demanda ha aumentado y se espera que no decaiga. Internet y la prolífica oferta tiene mucho que ver. Sin embargo, el director de Citogen puntualiza que «aunque en Internet hay muchas ofertas para este tipo de pruebas, los clientes, de manera general, precisan de un asesoramiento tanto para la contratación como para la explicación de los resultados. No es extraño que nos consulten para obtener una aclaración de los resultados obtenidos en otro laboratorio», añade Navarro

Los solicitantes pueden optar por realizar una toma de muestras en su propia casa o acudir a un centro médico. Además de para la paternidad una vez nacido, también se pueden solicitar pruebas prenatales. Y pueden ser por solicitud privada o legal.

«En el caso de análisis con validez legal, la no acreditación del laboratorio puede suponer la invalidez de la prueba para determinados propósitos», advierte el director de Citogen. Navarro se refiere a estar acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación y por la Comisión Nacional para el Uso Forense del ADN, dependiente del Ministerio de Justicia del Gobierno Español. Ambos autorizan al laboratorio para aportar perfiles genéticos a la base de datos policial.

Si se solicita hacerlo en el domicilio particular, lo realizan mediante un kit que las empresas envían a casa con bastoncillos para tomar las muestras y tubitos para guardarlas correctamente. Las instrucciones son precisas y sencillas. Fiabilidad del 99,99%, aseguran. La duda se resolverá en cinco días como máximo, en un sobre que llegará por correo. Algunos laboratorios garantizan la solución en 24 horas.

Se pueden utilizar varios tipos de muestra: saliva, sangre, semen, líquido amniótico, colillas, artículos personales (cepillo de dientes, gafas), artículos de higiene personal, pelos (con folículo), restos humanos, etc. Y deben ser muestras de, al menos, el padre y el hijo.

Son las pruebas con validez legal las que suelen reclamarse más, alcanzando el 42% del total. Las pruebas prenatales son cada vez más frecuentes, pero todavía representan sólo un 3% del total, según los datos del año pasado que maneja Citogen.

En este último caso el laboratorio garantiza la misma fiabilidad que los test realizados después del nacimiento. Unicamente es necesaria una muestra fetal, extraída por un ecografista obstétrico. Estas muestras pueden ser de vellosidad corial (a partir de la 10-12 semana de gestación) o de líquido amniótico (a partir de la 15 semana de gestación).

La mayoría de los que se realizan estas pruebas son hombres que quieren resolver una duda: con el bebé recién nacido o tras 30 años de incertidumbre. Hay pruebas solicitadas por los abuelos e incluso para saber la paternidad o no de alguien fallecido.

Conocer el número exacto de pruebas de paternidad que se realizan al año resulta imposible, aunque se cuentan por miles en España.

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