(Buenos Aires).- Esta semana, el mundo recibió con entusiasmo los resultados de un ensayo clínico que avaló el uso de un anticuerpo monoclonal para reducir el colesterol. Se trata de Repatha, un medicamento que según investigadores de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, reduce en un 20 por ciento las posibilidades de sufrir ataque cardíaco, infarto de miocardio o derrame cerebral en pacientes con este mal.

Revolucionario, dijeron los responsables del estudio. Pero en la Argentina, los especialistas en la materia son más cautos. Si bien admiten que esta línea de investigación parece prometedora, los resultados que se fueron conociendo no terminan de entusiasmar. Piden mayor tiempo de estudio para conocer más a fondo los efectos de este fármaco. 

El entusiasmo general por este nuevo estudio comenzó a disminuir con el correr de los días. Publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, el trabajo “Evolocumab and Clinical Outcomes in Patients with Cardiovascular Disease (Evolocumab y los resultados clínicos en pacientes con enfermedad cardiovascular), estableció que cuando se agrega a la terapia de estatinas, el inhibidor de PCSK9 evolocumab (comercializado bajo el nombre de Repatha) bajó los niveles de colesterol LDL en un 59 por ciento, en comparación con los de aquellas personas que recibieron un placebo junto con las estatinas. 

En el país hay cautela. Uno de los laboratorios que fue de los que inició el desarrollo de esta droga (Pfizer) lo dejó de lado en noviembre del año pasado, porque bajaba el colesterol pero producía acostumbramiento. No veían muchos buenos resultados y con el tiempo había que aumentar la dosis, explicó Roberto Peidro, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina. Hay líneas de investigación que siguen pensando que puede servir para pacientes de muy alto riesgo, lo que reduciría un poco la cantidad de gente que podría recibirlo, agregó el especialista, en una nota publicada hoy por el diario Clarín. 

En tanto, Daniel Berrocal, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, agregó en la misma nota que se están buscando alternativas de tratamiento para el colesterol malo, sobre todo para eliminar algunos efectos colaterales como por ejemplo los casos de pacientes que si toman estatinas no logran manejar su diabetes. Sin embargo, los resultados iniciales de esta droga no parecen tan promisorios como se pensaban en un principio. También señala que en el estudio todos los participantes estaban tomando estatinas, por lo que tampoco se puede saber si las pueden llegar a reemplazar, para los casos de pacientes que no pueden tolerarlas, por distintas razones. Creo que es un reporte precoz y que necesita mayor tiempo de seguimiento antes de hablar de un efecto para los pacientes, apuntó. 

Esta droga utiliza anticuerpos monoclonales, que funcionan atacando una proteína que es la que genera que aumente el colesterol LDL, y como todo producto, no son anticuerpos de origen humano, por lo que pueden generar una respuesta autoinmune, con lo que la droga pierde su efecto, remarcó Berrocal. 

La droga en discusión se comercializa con el nombre Repatha y pertenece al laboratorio Amgen; otra farmacéutica, Regeneron, comercializa una medicina similar, Praluent. Ambas funcionan del mismo modo: bloquean la proteína PCSK9 que interviene en la regulación del colesterol, de modo tal que más moléculas receptoras de LDL quedan en la superficie de las células hepáticas, absorben el colesterol malo y ayudan a eliminarlo

Fuente: Mirada Profesional