(Bogotá).- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de pacientes diagnosticados con cáncer en las vías respiratorias muere debido a que la enfermedad es detectada en etapas avanzadas.

Sin embargo, la ciencia comienza a descubrir nuevos tratamientos eficaces contra este tipo de patologías. Se trata de los biomarcadores predictivos, que permiten hacer un diagnóstico individual de cada paciente y definir la selección más adecuada de la terapia a seguir.

Los biomarcadores son moléculas o proteínas mutadas o no mutadas, presentes en las células del cuerpo, visibles en sangre, orina o tejidos. En la actualidad se usan más de 20 biomarcadores para distintas enfermedades como diabetes o alteraciones cardíacas.

En el caso del cáncer de pulmón se pueden identificar factores estimulantes de crecimiento y de proteínas implicadas en el crecimiento de células malignas, así como las proteínas relacionadas con el funcionamiento del sistema inmune que influyen en la forma como se desarrolla la enfermedad y en la posibilidad de responder a una terapia específica.

Los biomarcadores son especialmente útiles en la detección, el diagnóstico, monitoreo del tratamiento, crecimiento del tumor e identificación de mejoría de la enfermedad.

La identificación con biomarcadores se realiza en tres sentidos. En primera instancia el genético, donde se encuentran alteraciones en mecanismos de reparación de genes. Como segunda opción la bioquímica, en la que se busca la presencia de determinadas moléculas, la ausencia o sobreactividad de las mismas; y finalmente, cromosómicas, en las se identifican cambios anormales en los cromosomas, explica Francisco Hinestrosa, gerente Médico de MSD Oncología.

Es decir, el trabajo científico se concentra en perfilar las características de la enfermedad dependiendo de ciertas características del paciente como edad, antecedentes (tabaquismo) y estado funcional de la persona.

Durante los últimos diez años en Colombia se ha hecho un esfuerzo importante para estimular la detección temprana de la enfermedad, a través de la educación a pacientes y a médicos de atención primaria. De la misma manera, se ha fomentado el manejo multidisciplinario entre especialistas como los Oncólogos Clínicos, Patólogos, Radiólogos, Radioterapeutas, Neumólogos y los Cirujanos de Tórax. Esto, sumado a la implementación de los tratamientos oncológicos blanco-dirigidos, ha permitido que el cáncer de pulmón se convierta en una enfermedad crónica, es decir, que los pacientes pueden vivir durante varios años con el crecimiento controlado de la enfermedad y con buena calidad de vida, agrega Vanessa Ospina, Oncóloga Clínica y Coordinadora del Comité Académico de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología.

La experta asegura que “actualmente Colombia dispone de las mejores opciones de tratamiento para el cáncer de pulmón, equiparándonos con países más desarrollados como Estados Unidos”.

Ventajas de la biomarcación

Los expertos dicen que la medición de biomarcadores es un paso fundamental para definir el tratamiento más adecuado para cada paciente, según las características de su enfermedad.

Así pueden definirse tratamientos como la inmunoterapia que permite combatir el cáncer por medio del estímulo del sistema inmune del paciente.

Esto ayuda ayuda a mejorar los tiempos de supervivencia de las personas afectadas por la enfermedad y evita otro efectos adversos comunes de la quimioterapia como caída del pelo, náuseas, vómito, anemia y disminución de las células de defensa.

Fuente: Vanguardia