(Washington).- Los pacientes estadounidenses primero. Bajo este título ha presentado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su plan para reducir los precios de los medicamentos y los copagos...

Un documento “histórico”, tal y como lo ha calificado el Secretario del HHS, Alex Azar, que tiene el objetivo de “brindar un alivio inmediato” a los pacientes estadounidenses, a la vez que ofrece “reformas a largo plazo”.

El plan identifica cuatro grandes retos: los elevados precios de los medicamentos; la poca capacidad de negociación de organismos como Medicare; unos elevados y crecientes copagos y el aprovechamiento que, según el Gobierno de Trump, hacen los gobiernos extranjeros sobre la inversión estadounidense en innovación.

Los Estados Unidos son el primer país del mundo en inversión e innovación biofarmacéutica. (...) Pero con demasiada frecuencia, este sistema no ha puesto a los pacientes estadounidenses primero. Tenemos acceso a las mejores medicinas del mundo, pero el acceso no tiene sentido sin asequibilidad, asegura Azar.

Las reformas radicales que el plan prevé para el HHS pasan por mejorar la competencia; dar a los organismos mayor capacidad a la hora de negociar precios; dar incentivos para reducir los precios y bajar los copagos. Las medidas concretas se plantean en dos fases: aquellas que pueden ser adoptadas de manera inmediata y otras que el HHS está considerando adoptar, y sobre las cuales se ha abierto una consulta.

Entre las primeras se encuentra medidas para promover la innovación y la competencia para los biológicos; apostar por compras basadas en valor o permitir la sustitución genérica en la parte D (medicamentos de prescripción) de Medicare.

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