(buenos Aires).- El asma es una enfermedad crónica por la que mueren más de 350 mil personas en el mundo. La falta de diagnóstico y los tratamientos insuficientes y alternos agravan la situación, además de que producen un alto impacto en la sustentabilidad económica del sistema de salud.

La pandemia de COVID-19 demostró la importancia de mantener políticas de salud que prevengan las internaciones. En Latinoamérica se calcula que el 70% de los gastos relacionados con el asma se deben al costo de atención no programada y a las internaciones de estos pacientes. Incluso, debido a su prevalencia y carácter crónico, es una de las patologías con mayor impacto económico, siendo en Argentina el proceso inflamatorio crónico que más costos genera en la población pediátrica. A nivel poblacional, los costos directos del asma representan, aproximadamente, $37.200 millones de dólares al año.

Además, aquellos pacientes con exacerbaciones son quienes consumen más recursos del sistema, y su cuidado cuesta, por año, entre dos y tres veces el valor de un paciente con la enfermedad controlada. En términos absolutos, los pacientes con asma severa que padecen exacerbaciones requieren, aproximadamente, $5.000 dólares más cada año.

La calidad de vida mejora cuando se mantiene un tratamiento diario, lo que evita llegar al empeoramiento de los síntomas. “Está comprobado que si el paciente posee un diagnóstico correcto y un tratamiento controlado, su calidad de vida mejora de forma exponencial”  comentó la Dra. Anahí Yañez, especialista en alergia e inmunología, directora médica del Centro en Investigaciones en Alergias y Enfermedades respiratorias y miembro del consejo directivo de World Allergy Organization.

Así le sucedió a Patricio Martínez, a quien el asma se le manifestó por primera vez cuando tenía 22 años y tras padecer síntomas leves, pero también crisis asmáticas, hoy tiene el asma bajo control gracias al tratamiento diario. “Tener el asma controlado implica en mi vida, tener una vida normal como cualquier persona que no tiene asma”, reconoció Patricio.   

En este contexto, resulta fundamental concientizar a la población sobre la importancia de consultar a un especialista ante la identificación de algún síntoma para diagnosticar la patología y garantizar el acceso al tratamiento que le permita al paciente disfrutar de la vida sin acordarse del asma.

Los síntomas que pueden manifestarse en un paciente con asma son sensación de falta de aire, a veces acompañado de secrecionestos seca y/o chillido en el pecho. Las causas de esta enfermedad son múltiples: ambientales, genéticas, familiares o incluso relacionadas con fumar.

La falta de conocimiento y de medidas públicas lleva a deficiencias en el diagnóstico y el tratamiento, especialmente a edades tempranas, y producen una carga económica al sistema sanitario. La implementación temprana de medidas públicas en países como Brasil, España, Finlandia, Polonia, Francia, Irlanda, Canadá, Australia, Singapur y Costa Rica ha demostrado ser capaz de evitar o disminuir el impacto económico presente y futuro del asma sobre el sistema de salud.

Fuente: Infomedia Consulting