(Barcelona).- La multinacional de hemoderivados Grifols ha llegado a un acuerdo para controlar el 100% de Alkahest, una biotec estadounidense que investiga el uso del plasma para restablecer las capacidades mentales y cognitivas de personas ancianas, y que ya ha tenido éxito en ensayos clínicos que utilizan el plasma de animales jóvenes en el tratamiento de otros ancianos. Los estudios incluyen el tratamiento de enfermedades asociadas al envejecimiento, como la disfunción neuronal y demencias como la enfermedad de Alzheimer.

Según ha explicado la empresa catalana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Grifols comprará el 55% del capital que todavía no controlaba por 146 millones de dólares (123 millones de euros).

Alkahest fue fundada en 2014 por un grupo de científicos como una spin-off de la Universidad de Stanford, y Grifols entró en su capital en 2015, cuando compró el 45 % de las acciones por 37,7 millones de dólares (unos 32 millones de euros), con el compromiso de aportar posteriormente otros 12,5 millones, en un acuerdo que también le daba los derechos exclusivos mundiales de comercialización de los productos desarrollados por la biotec. Hasta ahora los accionistas de Alkahest incluían a los fundadores, los fondos Bioville y Full House y a la propia Universidad de Stanford.

Alkahest investiga el uso terapéutico de las proteínas plasmáticas en enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Actualmente, tiene cuatro candidatos en seis ensayos clínicos de fase II, que incluyen productos para trastornos neurodegenerativos, deterioro cognitivo, enfermedades neuromusculares y oftálmicas.

La empresa se fundó a partir de la investigación del doctor Tony Wyss-Coray y otros científicos de la Universidad de Stanford, que demostraron que algún componente de la sangre de animales jóvenes tiene la capacidad de restaurar las capacidades cognitivas de animales viejos. En su estudio, publicado en la versión online de la revista Nature Medicine en mayo de 2014, los científicos identificaron cambios moleculares, neuroanatómicos y neurofisiológicos en los cerebros de los ratones viejos que fueron transfundidos con sangre de ratones jóvenes.

 

Posteriormente, la compañía se ha centrado en profundizar en el conocimiento del proteoma del plasma humano y ha identificado 8.000 proteínas. Así, la compañía explica en un comunicado que ha generado una plataforma proteómica que permitirá “identificar nuevas terapias y soluciones diagnósticas, desarrollar nuevas proteínas plasmáticas, nuevas indicaciones para las proteínas plasmáticas ya aprobados para su uso, biomarcadores para diagnóstico, proteínas y anticuerpos recombinantes, así como fármacos de síntesis química”.

Grifols señala que no necesitará financiación complementaria (deuda o ampliación de capital) para comprar esta empresa, y que espera que el contrato se firme a principios de 2021, cuando lo aprueben las autoridades de defensa de la competencia. La firma ha sido asesorada por Osborne Clarke y Proskauer en la transacción.

Grifols, dirigida por Raimon y Victor Grifols, ingresó el año pasado 5.098,7 millones de euros, con un aumento del 13,6%, y tuvo unos beneficios de 625,1 millones, que se incrementaron un 4,8%. La empresa catalana cuenta con más de 24.000 empleados en 30 países de todo el mundo.

Fuente: La Vanguardia