A pocos días de cumplir un año al frente del PAMI, Sergio Cassinotti consiguió cambiar la forma en la que se compran los medicamentos y a fin de año, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Inssjp) se habrá ahorrado unos $5000 millones.

Tras una durísima negociación con las tres cámaras del sector, Cilfa y Cooperala, nacionales, y Caeme, multinacional, el PAMI, que representa el 40% del mercado, recuperó después de casi 20 años la capacidad de
fijar precios máximos y armar licitaciones.

En una entrevista con LA NACION, habló de lo que viene de ahora en más, el rol del Presidente y rechazó la vinculación que se le hizo con Farmacity, empresa del poderoso vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. "Los laboratorios se habían acostumbrado a cazar en un zoológico y eso se terminó", dijo el director ejecutivo del instituto, que con casi cinco millones de afiliados es la obra social más importante de América Latina.

Qué representa el nuevo convenio?
Lo más importante es que cambiamos la lógica de la negociación. Dejamos de pelear bonificaciones para empezar a determinar precios, como se hace en los países serios.

Qué implica este cambio?
Intensifica la competencia y eso cambia todo. Estos muchachos [por los laboratorios] hasta ahora se habían acostumbrado a cazar en el zoológico y encima se repartían la jaula. Después de la experiencia de la compra conjunta [en la primera licitación pública en la que participaron varios organismos se alcanzó un descuento del 80%], el camino quedó claro. Solo en la licitación de la hemofilia el PAMI tuvo un ahorro del 70 %.
Los laboratorios se habían acostumbrado a cazar en un zoológico y eso se terminó.

A qué se refiere exactamente?
Rompimos un modelo de 20 años. Antes negociábamos bonificaciones y ahora fijamos los precios de los medicamentos. Antes no podíamos licitar porque un convenio lo prohibía. Con las licitaciones se acabó el viejo modelo y tendrán que competir. Ese es el gran cambio.

Cuánto representa para las arcas del instituto?
PAMI se ahorrará a fin de año $5000 millones y los jubilados van a ahorrar en el mostrador entre $1300 millones y $1500 millones.

Se cuestionó que el descuento del 5% en los medicamentos es una rebaja ínfima.
Es mínimo porque piensan en el 5% de descuento que se alcanzó en el nuevo convenio, pero no están viendo que el medicamento va a seguir subiendo y nosotros le pusimos un tope del 70% por inflación.

Qué cambió para modificar un contrato que tenía 18 años y con una posición común entre las cámaras?
La idea fue hablar con las cámaras por separado. Las que opusieron más resistencia fueron las nacionales. El problema es que no todo es lo mismo, porque no manejan las mismas bonificaciones ni productos. Copeerala hubiera firmado mucho antes, pero no lo hizo porque negoció con Cilfa. En cambio, Caeme terminó firmando mucho más rápido porque están acostumbrados a competir.

Los laboratorios nacionales se resistían a la competencia?
Acá no querían competir. Los laboratorios crecieron durante muchos años por ese tipo de contratos. Pero reconozco que han hecho un esfuerzo muy grande para aceptar lo que se terminó firmando.

Está garantizado el abastecimiento de medicamentos?
No tendrían que faltar... Aceptaron todos los laboratorios. Sería algo muy extraño.

Mucho se habló del rol del Presidente en la negociación. ¿Cuál fue su rol?
Ayer [por el martes] lo llamé para darle las gracias porque esto no lo hubiera logrado sin su apoyo. Si pudimos avanzar fue porque contamos con el respaldo de Macri y de [el vicejefe de Gabinete, Gustavo] Lopetegui, con su equipo.

Cómo lo ayudó?
Si vos no tenés un Presidente que esté firme al lado tuyo y que te respalde cuando lo empiezan a llamar no podés cambiar las cosas. Son gente muy poderosa [por los laboratorios]; no podés avanzar.

Durante la negociación, los laboratorios deslizaron que era una maniobra para favorecer a las grandes cadenas, en particular a Farmacity, de la que Mario Quintana es uno de sus dueños.
Es así?

Eso no es así. En el convenio nuevo les damos un punto más a las farmacias. Justamente para compensarlos, a las chicas y a las grandes. Las farmacias nos hacían una bonificación del 13,6% y ahora pasó a 12,6 por ciento. Así los ayudamos a atravesar este cambio.

Y qué dice de la acusación de favorecer a Farmacity?
Rechazo absolutamente que el convenio se haya hecho para beneficiar a las grandes cadenas. Necesitamos las farmacias de barrio, las de pueblo. Nunca pensamos en Farmacity. Hay una cuestión ahí de un laboratorio con Quintana que es eterna. Nos lo dijeron durante la negociación, pero no es así.

El PAMI siempre estuvo asociado a la corrupción, los desmanejos y un servicio pobre. ¿Cómo está hoy?
El PAMI tenía un déficit proyectado de 15% para 2017 y nosotros lo cerramos en 2,10%. Una baja semejante sin baja de servicio y reforzando la auditoría de terreno. Hoy el PAMI paga. ¡Que alguien te diga si no es así! Hicimos un cambio rotundo. Y si le preguntás a los jubilados, también lo dicen. PAMI está ordenado y es previsible.

Fuente: La Nación