(Madrid).- La pandemia del coronavirus Covid-19 ha obligado a iniciar también una carrera para encontrar un tratamiento eficaz contra la enfermedad y en España ya trabajan en un anticuerpo prometedor. El equipo del profesor de investigación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Balbino Alarcón está desarrollando un anticuerpo que neutralice el SARS-CoV-2 basándose en uno que impide la entrada del SARS1.

Redacción Médica ha hablado con Alarcón para conocer los últimos avances sobre un tratamiento que podría llegar a ser la solución.

¿En qué consiste el tratamiento que están investigando?
Estamos intentando convertir un anticuerpo que neutraliza al SARS1 (2003) para que lo haga con el nuevo coronavirus. Conocemos la estructura de ese anticuerpo unido a la proteína S del SARS1, que es la que el virus utiliza para entrar en las células. Uniendo el anticuerpo a la proteína S del SARS1, el virus no entra.

Basándonos en la estructura de esta proteína y ese anticuerpo, estamos cambiando posiciones para que se adapte a la proteína S del nuevo coronavirus. Esta proteína es parecida en ambos coronavirus, pero hay aminoácidos diferentes. Por ello, estamos cambiando el anticuerpo para que neutralice el SARS-CoV-2. Son cambios que suponen entre tres y cuatro aminoácidos.

¿En qué punto está la investigación?
Los anticuerpos tienen una cadena pesada y una ligera. Hemos hecho combinaciones de mutaciones de la cadena pesada y de la ligera de forma que la combinación de ambas cadenas resulten en un aumento de la fuerza de unión del anticuerpo a la proteína S del SARS-CoV-2. Hemos creado nueve mutaciones en cada una de las cadenas, que van desde H1 a H9 (cadena pesada) y desde L1 a L9 (cadena ligera), y ahora estamos haciendo combinaciones para comprobar su eficacia.

Por ahora, tenemos una combinación que es nuestra favorita: H5-L9. Ese anticuerpo se une a la proteína S del SARS2 y neutraliza la entrada del virus, pero solo un 30 por ciento. Esto no es suficiente porque necesitamos que neutralice al cien por cien. Tenemos alguna idea de cómo mejorarlo y seguimos haciendo cambios para conseguir el objetivo.

¿A qué tipo de pacientes está dirigido (leves, moderados o graves)?
Si lo conseguimos, tendríamos un anticuerpo neutralizante que puede ser administrado directamente en personas y se podría hacer por unidad endovenosa a pacientes con riesgo de desarrollar una infección. Es terapéutico pero también puede ser profiláctico.

¿Tienen una previsión de cuándo estará disponible este tratamiento?
Depende de nuestra suerte y nuestra capacidad de resolver el problema de afinidad que tenemos ahora. Vamos a hacer modificaciones en los próximos dos meses y, si conseguimos la neutralización del virus al cien por cien, ya lo tendríamos listo. Es cuestión de probar y ver qué pasa. El tiempo puede ser desde los dos meses hasta un año e incluso puede darse la situación de que no lo consigamos.

Debido a la premura en la necesidad de terapias frente al Covid-19, pensamos que puede haber una aproximación rápida y poder utilizar el anticuerpo en pacientes en un periodo corto de tiempo.

Hasta el momento no hay ningún fármaco que sea 100% efectivo sobre la enfermedad del Covid-19, tan solo reducen la estancia hospitalaria. ¿Puede ser este tratamiento la solución? ¿Podría producirse a gran escala?
Sí, si lo conseguimos podría ser la solución. La ventaja de este sistema es que si hubiera mutaciones del virus resistentes al anticuerpo podemos volver a cambiarlo. Podríamos competir con el desarrollo del virus.

Hay mucha experiencia en la producción de anticuerpos en todo el mundo. De hecho, en terapias contra el cáncer se utilizan estos tratamientos. Por ello, hay posibilidad de producirlo a escala industrial y en grandes cantidades.

Fuente: Redacción Médica