(Madrid).- ¿Cómo mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cáncer? Es la pregunta que han tratado de resolver, desde diferentes perspectivas, en el IX Seminario de la Fundación ECO, celebrado esta mañana en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Durante la inauguración de la jornada el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, ha repasado la profunda transformación que se ha vivido en el campo de la oncología en los últimos años y ha recordado que, en cualquier caso, los resultados que se obtienen no dependen solo de la innovación tecnológica o farmacológica, sino también de otros factores, como el retraso en el diagnóstico o la organización de los servicios. De igual modo, ha invitado a los asistentes a identificar aspectos críticos que permitan optimizarlo.

Por su parte Eduardo Díaz Rubio presidente de Honor de la Fundación ECO, presentó un avance de los resultados del estudio “La carga del cáncer en España”, que traza un análisis de 2018 sobre datos de 2015. Este trabajo, llevado a cabo de forma conjunta con OMKASE Consulting y con el apoyo de BMS, incorpora datos de carga económica.

Según estas estimaciones, el coste directo en el Sistema Nacional de Salud fue de 4.818 millones de euros, junto a costes indirectos de 639 millones de euros a los que suman los del cuidado informal, estimados en torno a los 1.710 millones de euros.

Díaz Rubio ha insistido en que queda camino por recorrer para alcanzar los datos de supervivencia en Estados Unidos, con cifras del 69 por ciento frente al 55 por ciento en nuestro país.

Entre los retos destacados por el especialista, subraya el de analizar y corregir la variabilidad en la práctica clínica, “en algún caso podría ser conveniente o estar justificada, en algunos sitios se puede decir que supone mala praxis”, detalla. “Pero tenemos que valorar y ver que la organización es mejorable, el acceso desigual al tratamiento estándar es grande, también a la innovación. Los resultados en España no se miden, al igual que ocurre con la calidad. Nos preocupa el tema del coste y de la sostenibilidad y analizar en qué podemos mejorar”, concluye.

Durante la jornada también se ha analizado el papel que juegan las nuevas tecnologías, así como los factores de condicionan los resultados en salud. Jaime del Barrio, senior advisor de Healthcare and Live Sciences en EY, ha recordado la profunda transformación que se vive a nivel mundial: “El conocimiento va más rápido que el mundo, hay un gran volumen de datos, buscamos valor. Todo lo que está cambiando viene derivado de la digitalización y de las tecnologías disruptivas”, ha detallado.

Del Barrio ha hecho hincapié en que la tecnología facilitará poder dedicar más tiempo al paciente, en la medida que los especialistas puedan liberarse de muchas funciones, se atenderá mejor al paciente, matizó.

Desde la perspectiva del paciente, Antonio Bernal, presidente de la Alianza General de Pacientes, ha destacado que el abordaje multidisciplinar del cáncer y la equidad aportan seguridad al paciente, una necesidad básica cuando se enfrenta a un proceso grave, como es la enfermedad oncológica.

Por su parte, Carlos Camps, director de Programas Científicos de la Fundación ECO, ha insistido en que el actual modelo de atención oncológica está completamente exhausto. “ El reto está en conseguir que la complejidad llegue a todos los hospitales. La red asistencial se basa en el modelo de tratamiento de quimioterapia, se han reproducido servicios con tres o cuatro oncólogos y hospital de día, pero no sirve para una oncología molecular”, alerta.

Durante la jornada también se han abordado los cambios de paradigma en cáncer de mama, pulmón, gastrointestinales y tumores genitourinarios y se presentarán experiencias internacionales, como la situación de la oncología en países de desarrollo medio.

Fuente: Gaceta Médica