(Madrid).- La implantación de biomarcadores en la práctica clínica ha sido el tema estrella de la primera mesa del VIII Simposio de Biopsia Líquida, celebrado en Santiago de Compostela y organizado por Rafael López, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS).

Esta mesa ha contado con la presencia de varios profesionales que han dado su opinión acerca de la situación actual que atraviesan los hospitales públicos españoles en este sentido. Para Antonio Llombart, oncólogo del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, en Valencia, la medicina de precisión está evolucionando a un ritmo para el que el sistema español “no está adaptado”.

Además, ha recalcado su preocupación por la falta de sincronía temporal entre la innovación y la accesibilidad de los pacientes a estos avances, que a veces queda limitada. Me preocupa la falta de equidad en el acceso a biomarcadores, ha destacado Llombart.

Sobre esta falta de equidad también se ha pronunciado Ramón Mel, director de Oncología de AstraZeneca, quien asegura que se corre el riesgo de “favorecer a unas personas en detrimento de otras”.

También ha hablado sobre ello Antonio Antón, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Considero que, en España, hay disponibilidad de aquellos biomarcadores que son clínicamente relevantes, apoyados en alguna ocasión por la industria farmacéutica. Sin embargo, hay carencias del resto, porque la situación política, económica y social del país no lo permite. Eso es lamentable ha sentenciado Antón.

Nuevas figuras para investigar y trabajar conjuntamente

Por su parte, Mel incide en que quedan por debatir y establecer aspectos muy relevantes desde el punto de vista regulatorio y organizativo, mensaje que también ha recogido Llombart, explicando que, en la mayor parte de los hospitales públicos españoles no cuentan con la figura del biólogo o el bioinformático para formar parte de los comités de tumores.

Me da cierto miedo la interpretación de los datos, ha recalcado Antón, quien ha asegurado que pueden entender “las alteraciones más frecuentes de algunos cánceres”, pero que, “cuando empiezan a salir nombres raros, no hay forma de saber interpretarlo”.

Para concluir, Fernando López-Ríos, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre, y sobre este mismo punto, ha explicado la necesidad de las sinergias entre las distintas áreas. No tenemos la capacidad para contratar y estabilizar grupos que creen equipo y podamos trabajar juntos, y es muy importante contar con bioinformáticos, necesitamos estos perfiles en los hospitales, ha asegurado, y ha añadido que, dada la complejidad de integrar tanta información, es más fácil hacerlo conjuntamente, con un grupo de profesionales. Así duplicamos esfuerzos ha concluido López-Ríos.

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