(Madrid).- El sector biotecnológico cada vez se está haciendo más fuerte en Europa, con compañías punteras a nivel mundial que aportan innovaciones con un gran beneficio para la sociedad. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, y muchas medidas por adoptar, para que esta industria se convierta en todo un referente a nivel global. Por eso, desde la European Biopharmaceutical Enterprises (EBE), destacan una serie de medidas a tomar por parte de los reguladores europeos para impulsar el crecimiento del sector.

Las acciones clave, tal y como muestra la patronal biotecnológica en un documento publicado recientemente, se centran en la mejora de la transferencia tecnológica y la visión para los negocios innovadores. Unas acciones específicas que, dicen, deben englobarse dentro del ecosistema de los fondos europeos que permitan mejorar la inversión en la eurozona acelerando, apuntan, el desarrollo de un mercado único de capitales para las empresas de biotecnología europeas.

En este sentido, abogan por una aplicación más amplia de los incentivos de apoyo a las compañías del sector europeo, tales como los créditos fiscales para los acuerdos de investigación y comercialización o aumentar los incentivos fiscales para la implantación de un mayor número de compañías en Europa y, a su vez, para evitar que las que ya están implantadas se trasladen a otras zonas geográficas.

“Europa dispone de grandes proyectos de investigación en el sector biotecnológico, pero va a la zaga en la traducción de esa investigación en empresas de éxito”, asegura la patronal en la publicación. De hecho, explican que muchos de los productos comercializados por compañías norteamericanas se basan en investigaciones realizadas en Europa. En este sentido, la organización empresarial insiste en la necesidad de aportar formación empresarial y de gestión a los científicos en todas las universidades e instituciones de investigación a nivel europeo. Desde su punto de vista, “solo cuando las ideas innovadoras se ponen en práctica se traducen en crecimiento económico, nuevos empleos y bienestar para la sociedad”.

Además, EBE llama a hacer frente a los factores clave que contribuyen a una migración de empresas biotecnologícas fuera de Europa. Así, insta tanto al European Investment Bank (EIB), como al European Investment Fund (EIF) a la creación de al menos dos grandes inversores independientes biotecnológicos que cuenten con un presupuesto de más de 1.000 millones de euros para facilitar las inversiones en el sector. Así, considera necesario aportar financiación suficiente a la investigación para hacer frente al potencial científico existente en Europa.

Mercado único de capitales

Desde la patronal biotecnológica europea llaman también a la Comisión Europea a facilitar un mercado único de capitales para las empresas de biotecnología. En este sentido, considera que los Estados miembro deberían aplicar incentivos fiscales para promover la inversión en el sector.

“Europa alberga un nivel científico excepcional y se está invirtiendo de forma sólida en la investigación y la innovación”, asegura Barbara Freischem, directora ejecutiva de la EBE. Pero, ahora, apunta, “debemos adoptar un enfoque de colaboración con las partes interesadas para asegurar que esta ciencia se traduce en nuevos negocios de éxito”.

Por último, la patronal biotecnológica destaca el hecho de que en 2015 más de 100.000 nuevos puestos de trabajo creados provinieron de la industria biotecnológica en Europa. Además, recuerda que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó la autorización de 93 medicamentos de uso humano, con 39 nuevos principios activos, la mayoría de los cuales son productos biofarmacéuticos.

Fuente: El Global