(Madrid).- Tras los datos publicados por la Unión Europea en 2016 a través del informe ‘Unión por la Innovación’, que dejaba a España como un país “moderadamente innovador”, la necesidad de seguir reforzando la I+D+i se hizo más fuerte.

Nadie duda de que la innovación y su protección son esenciales para el desarrollo de la economía de cualquier país, y los indicadores europeos muestran que es necesario mejorar en muchos aspectos. Por ello, el grupo de trabajo de Industria Farmacéutica y de Tecnología Sanitaria del Comité de Innovación y Propiedad Intelectual de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (AmChamSpain) presentaron un informe con propuestas para que España ocupe los primeros puestos en innovación.

Uno de los aspectos en los que este informe hace hincapié es en el criterio médico, “clave para el abordaje de la salud”. Los expertos explican que es necesario un nuevo planteamiento normativo que asegure un entorno de competencia en igualdad de condiciones, “que no desincentive el acceso a la innovación, contemplando el respeto por la decisión que los médicos consideren más beneficiosa para los pacientes”.

Asimismo, sugieren la aplicación de una política transparente en la prescripción de fármacos biológicos, basada en evidencia científica estandarizada y homologable, que abogue por una política transparente, dotada de criterios estandarizados y homologables, y situando al profesional en el centro de la toma de decisiones.

Otro de los asuntos que abordaje este trabajo es la gestión de recursos a nivel hospitalario.

Los expertos insisten en la necesidad de implantar incentivos objetivos y medibles a la mejora de procesos y a la disminución de la variabilidad en la gestión clínica, así como el aprovechamiento de la innovación. Asimismo, piden asegurar que se tienen en cuenta ahorros y eficiencias a medio plazo, así como la perspectiva social y la implicación de un paciente activo, formado e informado, en la toma de decisiones de incorporación de nuevas tecnologías.

España, además, tiene que integrar los servicios sociales y sanitarios, “impulsar la evaluación y mejora continua, reorientar el sistema de una atención focalizada en la asistencia aguda a un enfoque orientado a paciente crónico, pluripatológico, para desarrollar nuevos modelos de gestión de la enfermedad”.

Poner en marcha mecanismos que agilicen la adopción y renovación de la innovación tecnológica coste efectiva es otro de los reclamos del documento, que además insiste en establecer planes de desinversión en tecnología obsoleta.

Los expertos instan a España a que se establezcan sistemas integrados en todo el territorio que estén conectados para medir y evaluar resultados en salud de la innovación tecnológica y de la mejora de los procesos. Esto exige incrementar la transparencia en la utilización de los recursos y la innovación así como en la implementación de sistemas de benchmarking que permitan identificar y difundir las mejores prácticas asistenciales.

Entre otras sugerencias, el informe hace hincapié en la colaboración permanente de los diferentes agentes del sector, para desarrollar modelos de colaboración público-privada, riesgo compartido y, en definitiva, compra pública innovadora, que faciliten la actualización tecnológica de la sanidad.

Fuente: Gaceta Médica