(Buenos Aires).- La obesidad, la falta de actividad física y la comida procesada fueron establecidas como causas actuales del cáncer de colon.

Los investigadores también asociaron una mutación del gen Adenomatous polyposis coli (APC) con esta enfermedad mortal.

Sin embargo, un nuevo descubrimiento de la Universidad de Tel Aviv (UTA) sugiere que una predisposición genética al cáncer colorrectal precedió al advenimiento de la modernización y se descubrió esta evidencia en una momia húngara del Siglo XVIII.

El equipo de investigación fue dirigido por la doctora Rina Rosin-Arbesfeld del Departamento de Microbiología e Inmunología Clínica de la Faultad Sackler de la UTA, la doctora Ella H. Sklan del mismo departamento, el profesor Israel Hershkovitz y Michal Feldman del Departamento de Anatomía y Antropología de la Facultad Sackler.

En 1995 se exhumaron más de doscientas sesenta y cinco momias de criptas selladas en la iglesia dominicana de Vác, Hungría. Se usaron estas criptas en forma ininterrumpida desde 1731 hasta 1838 para el entierro de administrativos y de familias de clase media; aquellas ofrecían las condiciones ideales para la momificación natural de los cadáveres: bajas temperaturas y humedad y ventilación. Cerca de un setenta por ciento de los cuerpos fueron encontrados completa o parcialmente momificados.

La preservación de muestras de tejidos y la copiosa información en los archivos sobre los individuos enterrados en las criptas llamaron la atención de los investigadores de todo el mundo, quienes estaban interesados en llevar adelante sus propios estudios genéticos y morfológicos de los restos humanos.

“El cáncer colorrectal se cuenta entre los peligros para la salud más comunes de los tiempos modernos”, señala la doctora Rosin-Arbesfeld. “Además tiene un probado trasfondo genético. Nos propusimos descubrir si las personas en el pasado tenían la mutación APC, el grado de difusión que tenía y si se trataba de la misma mutación que conocemos hoy en día. En otras palabras: ¿Acaso el incremento en la incidencia del cáncer es el resultado de la manipulación del hombre o tan solo de la naturaleza?”

“Después de enterarnos de que se había descubierto tuberculosis en los cadáveres, tuve el interés de determinar la cantidad de mutaciones genéticas conocidas que se sabe que están asociadas con el cáncer colorrectal”, agrega la doctora Rosin-Arbesfeld.

Los investigadores se valieron de la secuenciación genética para identificar las mutaciones de los genes APC que fueron aislados de las momias. “El tejido blando momificado abre una nueva área de investigación”, afirma el profesor Hershkovitz. “Muy pocas enfermedades atacan el esqueleto, pero el tejido blando lleva consigo evidencia de la enfermedad. Presenta una oportunidad ideal para llevar adelante un detallado análisis genético y pruebas para detectar la presencia de una amplia variedad de patógenos.”

“Nuestros datos revelan que una de las momias posiblemente tuvo una mutación de cáncer. Esto quiere decir que posiblemente haya existido una predisposición genética al cáncer en la era pre-moderna”, explica la doctora Sklan. “Sin embargo, hasta el momento encontramos esta mutación en solo un individuo. Se deben llevar adelante estudios adicionales con una muestra de mayor tamaño para sacar conclusiones más significativas.”

Fuente: IGNews