(Quito).- Francisco Plaza, jefe del servicio de Ginecología del Hospital Luis Vernaza, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA, que las pruebas de detección precoz y la prevención son la principal herramienta contra el cáncer de cuello uterino.

Ha recomendado al personal sanitario, informar a las pacientes sobre las nuevas pruebas de detección temprana de lesiones y promover una “educación para la salud”, enfocada en la promiscuidad sexual e inicio temprano de las relaciones sexuales, ya que son un importante factor de riesgo.

Plaza ha recordado que la vacunación es un método de prevención importante, “sin dejar de menciona que también se la puede poner a los varones entre los 9 y 14 años”, y luego el examen ginecológico anual.

Aunque el método tradicional de detección precoz ha sido por años el Papanicolaou (PAP), “las cosas han ido mejorando y existe otros exámenes más precisos”, ha añadido el especialista.

Uno de ellos es la ‘citología de base líquida cervicovaginal, que tiene la intención de evitar los resultados falsos negativos (falta de identificación de las células anormales, cuando están presentes) de la citología convencional”. Este método puede ofrecer mejores resultados, en la detección de las lesiones cervicales precancerosas, ha asegurado Plaza.

A decir del especialista, la citología de base líquida tiene un índice de error “de solo el 1 por ciento. De tal manera que, con un examen normal, se puede volver a controlar a la paciente a los dos años”.

El otro método de tamizaje es la biología molecular. Indicado para mujeres mayores a 27 años. Esta prueba puede identificar la infección por Virus de Papiloma Humano (VPH) y “especialmente los serotipos 16, 18 y otros que son los más peligrosos”.

A decir del especialista, en importante informar a las pacientes sobre estas alternativas de detección precoz, ya que “si se lo descubre en estadios iniciales es posible curar, incluso sin cirugía mutilante”, ha asegurado.

De aplicarse estas pruebas en el tamizaje de este tipo de cáncer, “en 10 años se puede reducir la incidencia de la enfermedad (actualmente en 29 por cada cien mil habitantes - 2.094 casos diagnosticados), a menos de la mitad, según Plaza.

Datos

De acuerdo al Registro Nacional de Tumores de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (SOLCA) Quito, en Ecuador este tipo de cáncer es el segundo más frecuente en mujeres después del de mama. En Quito ocupa el tercer lugar, pues la incidencia de cáncer de tiroides se incrementó desde el 2006 y superó al de cuello uterino. Cada año se diagnostican cerca de 1.600 casos nuevos de cáncer de cuello uterino en el país.

Fuente: Redacción Médica