(Madrid).- La bióloga Marta Alonso recibe una prestigiosa ayuda de la UE para desarrollar nuevos tratamientos contra tumores infantiles. Hace quince años, dos neurólogos españoles desarrollaron un nuevo tratamiento contra el glioblastoma, el tipo de cáncer cerebral más letal.

Consistía en un virus del catarro modificado genéticamente para hacer enfermar selectivamente a las células del tumor. Tras una larga investigación de años el compuesto desarrollado por Juan Fueyo y Candelaria Gómez-Manzano comenzó a probarse en pacientes de forma experimental hace unos años y los resultados preliminares son prometedores, especialmente porque consigue frenar tumores para los que no existe ningún tratamiento efectivo.

Ahora, otra científica española, Marta Alonso, ha recibido una prestigiosa beca de la Unión Europea de dos millones de euros para apoyar sus investigaciones con estos virus en casos de cáncer cerebral infantil, un grupo de enfermedades que se pueden considerar abandonadas por la industria debido a que son poco frecuentes y apenas hay fondos para investigar posibles tratamientos.

Alonso, investigadora de la Clínica Universidad de Navarra, es parte del equipo que ha puesto en marcha el primer ensayo clínico con adultos de glioblastoma a los que se les administra una sola dosis de DNX-2440, la nueva versión del virus oncolítico desarrollado por Fueyo y Gómez-Manzano en EEUU. “La inmunoterapia convencional funciona eliminando los frenos que tienen los linfocitos que les impiden combatir las células tumorales, en cambio este virus lo que hace es pisar el acelerador para que la destrucción del tumor sea más rápida”, explica Alonso.

Los tumores cerebrales infantiles son muy poco frecuentes por lo que no hay interés de la industria farmacéutica en desarrollar tratamientos"

El virus tiene tres modificaciones genéticas que le hacen más efectivo a la hora de combatir los tumores cerebrales. La primera le hace unirse a las integrinas, unas proteínas abundantes en las células tumorales. La segunda hace que el virus se active solo si el gen del retinoblastoma está desactivado, otro marcador característico de los tejidos cancerosos. La tercera modificación hace que cuando las células del sistema inmune se lanzan a combatir el virus, este promueva la producción de OX40L, una proteína que permite a las células del sistema inmune identificar a las células tumorales y eliminarlas. "De ese modo acercamos aún más la viroterapia a la immunoterapia", explica Juan Fueyo, neurólogo del Centro de Cáncer MD Anderson de EE UU."El activador OX40L se expresa en la membrana las células infectadas por el virus, así que cuando un linfocito las toca se activa, llama a más linfocitos y destruyen el tumor. En el laboratorio, el nuevo virus es de 10 a 100 veces más potente que el anterior y eso se debe a su facilidad para activar el sistema inmune", explica.

El Consejo Europeo de Investigación acaba de anunciar que Alonso es una de los 291 galardonados con una Consolidator Grant, una prestigiosa ayuda económica destinada a científicos en la mitad de sus carreras. Los dos millones de euros permitirán que el equipo de Alonso inicie un ensayo clínico en niños con diferentes tipos de tumores cerebrales y del sistema nervioso con el DNX-2440 si los resultados de las pruebas con adultos muestran baja toxicidad y son prometedores. Este tratamiento está aún en la primera fase pruebas de las tres necesarias, con lo que aún no se sabe si podrá convertirse en un tratamiento comercial. Los resultados iniciales con el anterior modelo del virus y los del primer paciente adulto tratado con el nuevo son prometedores, señala Alonso.

“Los tumores cerebrales infantiles son muy poco frecuentes por lo que no hay interés de la industria farmacéutica en desarrollar tratamientos, lo que resulta un problema dada la alta mortalidad de algunos de ellos”, explica Alonso. La bióloga explica que además de iniciar el ensayo clínico en niños, su equipo va a seguir analizando las características específicas de los tumores infantiles en busca de nuevas proteínas similares a la OX40L pero más específicas. “El sistema inmune va cambiando a lo largo de la vida y no es lo mismo el de un bebé que el de un adolescente. Una de las cosas que queremos hacer es encontrar nuevos ligandos que aumenten la efectividad de los virus sin aumentar la toxicidad”, explica Alonso. Si todo sale bien, este nuevo tipo de inmunoterapia podría convertirse en un tratamiento convencional en unos cuatro o cinco años, explica.

“Estos tratamientos tienen sentido”, dice Antonio Pérez, , pediatra experto en oncología del Hospital La Paz, en Madrid. "El problema es la inflamación local que generan estos tratamientos, pero es una estrategia prometedora en un campo en el que se ha avanzado poco más allá de la radioterapia y la cirugía”, añade.

Este tipo de ayudas europeas son muy competitivas, solo 12 de cada 100 científicos que se presentan las consiguen. En total, 16 investigadores en España han recibido una de las ayudas del ERC. Los países que más han obtenido han sido Reino Unido (55), Alemania (38), Francia (32), Suiza (29) e Israel (23). España es el séptimo país que más becas recibe este año.

También en el ámbito del cáncer ha sido seleccionado el proyecto de Arkaitz Carracedo, investigador del Centro de Investigación CIC Biogune de Bilbao. Su proyecto se centra en el estudio de la evolución del cáncer de próstata. “La célula tumoral vive y crece en terrenos hostiles durante toda su existencia, y desarrolla mecanismos de adaptación para persistir a lo largo del tiempo. Al igual que los seres vivos en la naturaleza, los tumores también sufren de un proceso de selección natural que hace que sólo las células mejor adaptadas sobrevivan. Por lo tanto, si entendemos cuáles son las adaptaciones más relevantes para estas células cancerosas, podríamos desarrollar tratamientos orientados a bloquearlas, de modo que los tumores se extingan”, explica el científico en una nota de prensa de su institución.

Fuente: El País