(Atlanta).- Dentro de las cirugías plásticas, la mamoplastía de aumento o implante mamario es una de las más frecuentemente solicitada, siendo empleada con varias finalidades: como cirugía de reconstuctiva de la mama después de la mastectomía después de un cáncer mamario; para corregir defectos congénitos de la mama, como la asimetría y en casos de defectos congénitos de la pared torácica.

Si se realiza como cirugía cosmética de elección, su función es la de aumentar el tamaño, modificar la forma y la textura de las mamas. Dentro de los implantes mamarios se encuentran básicamente dos tipos: uno lleno de solución salina y otro con silicona en gel líquido o firme; ambos constituyentes están recubiertos por una capa de silicona. Además, según su textura, existen lisos y texturados.

Datos recientes obtenidos por una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), determinó que una cifra mayor a 10 millones de mujeres en el mundo se han sometido a mamoplastías de aumento durante la última década, pese a los escándalos que involucraron problemas de seguridad, los reportes sobre su relación con distintos tipos de cáncer y hasta un periodo de prohibición para esta cirugía que rigió en los Estados Unidos.

Reseña de un peligroso hallazgo

En el año 2011, la FDA identificó una posible relación entre los implantes mamarios y el desarrollo de una forma infrecuente de cáncer: el linfoma anaplásico de células grandes (LACG). En ese momento, la FDA tenía escasos reportes de LACG, por lo que no era posible determinar qué factores de riesgo predisponían a un paciente.

Según fue pasando el tiempo, la comprensión sobre esta patología fue en aumento, hasta que en el 2016, la Organización Mundial de la Salud difundió que el LACG correspondía a un linfoma de células T que puede desarrollarse posterior a colocación de implantes mamarios. Por su parte la FDA, después de haber rastreado los informes de este linfoma por varios años, oficialmente confirmó su vínculo con los implantes mamarios en el 2017.

En cuanto a la estadística, la mayoría de los datos sugieren que LACG se da con mayor frecuencia en caso de implantes mamarios con superficies texturadas, en comparación con los de superficies lisas.

Según las estimaciones, esta neoplasia se diagnostica en una de cada 500,000 mujeres, que lo convierte en un cáncer muy infrecuente; que llevado al período de un año, 3 de cada 100 millones de mujeres serían diagnosticadas, aproximadamente, aunque no existe un consenso sobre la frecuencia exacta de esta enfermedad.

Características del LACG

Hay que aclarar que esta neoplasia maligna no corresponde al cáncer mamario, pues se origina de un tipo de células T (del sistema inmune) que generalmente se forma en el tejido cicatricial que crece alrededor de los implantes, ocasionando que los primeros signos y síntomas de la enfermedad sean hinchazón, bultos y dolor alrededor de las mamas. Este linfoma anaplásico de células grandes, aparte de la mama, puede crecer en otros lugares del cuerpo, pero la mayoría de las mujeres que fueron diagnosticadas con LACG fue debido a la acumulación de líquido alrededor del implante (seroma) después de algunos años de la cirugía.

En otros casos, el análisis directo del seroma condujo al diagnóstico. En algunos hallazgos menos frecuentes se encontró una masa en la mama o fue debido a que la cápsula de tejido mamario se tensó (contractura capsular) y causó molestias o alteraciones estéticas. En general, el tiempo medio desde la colocación del implante al desarrollo del LACG es de 7 a 10 años.

Dada que su ubicación habitual es en la cápsula de tejido cicatricial que se forma alrededor del implante, este linfoma se puede tratar exitosamente removiendo el implante y la cápsula asociada. Tratamientos adicionales como la radioterapia y la quimioterapia, generalmente no son necesarios.

Advertencias y precauciones

Los funcionarios de salud de Estados Unidos les están advirtiendo a los médicos de familia, enfermeras y otros profesionales de la salud sobre esta forma de linfoma que afecta a los pacientes con implantes mamarios, después de recibir más reportes de la enfermedad. En casos sospechosos de LACG, la FDA recomienda realizar pruebas de laboratorio destinadas a confirmar o descartar la enfermedad.

Esta la primera vez que los organismos sanitarios emiten una advertencia directa a médicos que no sean cirujanos plásticos, puesto que los pacientes a menudo buscan atención de sus médicos de atención primaria, ginecólogos u otros profesionales de la salud, en lugar de un cirujano plástico, indicó la FDA, a través de su portavoz, Stephanie Caccomo: Tener a todos informados sobre esto es lo mejor para el paciente.

La advertencia de la FDA es válida para todos los tipos de implantes mamarios, tanto si contienen solución salina o silicona, si bien, los expertos estadounidenses y extranjeros se han enfocado especialmente sobre los de tipo texturados, que corresponden a un pequeño segmento de todos los implantes mamarios que se usan en los Estados Unidos, según informó el Dr. Alan Matarasso, presidente de la American Society of Plastic Surgeons, y agregó: La gran mayoría, si no todos los casos, han sido en pacientes que en algún momento tuvieron algún tipo de implante texturizado.

Además, como medida formativa, la FDA indicó que realizará una reunión de dos días el próximo mes sobre el tema: la seguridad de los implantes mamarios. Por su parte, en noviembre, las instituciones francesas de salud recomendaron a los cirujanos plásticos que dejaran de colocar implantes texturados hasta que se sepa más sobre su conexión con el linfoma.

Casos de LACG según la FDA

Las cifras actuales indican que es un cáncer muy raro, considerando que unas 400,000 mujeres estadounidenses reciben implantes anualmente. La FDA informó que han identificado 457 casos probables de este cáncer desde el 2010, incluidas la muerte de nueve pacientes. En cada uno de estos informes, la enfermedad fue diagnosticada por un médico o mediante pruebas específicas de laboratorio.

Además, esta entidad dijo que recibió casi 250 nuevos reportes de LACG en el último año, aunque muchos fueron informes duplicados o faltaba información importante para confirmarlos.

Pero los esfuerzos de la FDA para controlar los problemas derivados de los implantes mamarios se han visto dificultados por un sistema ineficaz para el seguimiento de lesiones y mal funcionamiento de los dispositivos médicos, dado que la base de datos electrónica que lleva décadas de funcionamiento se basa en presentaciones escritas a mano por parte de compañías de salud y aseguradoras, médicos, pacientes y abogados, que a menudo adjuntan información incompleta y sin verificar, por lo que este seguimiento se torna aún más difícil, ya que estos informes inexactos podrían indicar que se está subvalorando la verdadera prevalencia en la población de este linfoma.

Para leer nota original pulsar aquí

Fuente: Nación Farma