(Madrid).- La falta de adherencia al tratamiento es el principal problema en el control del asma. En este sentido, en España el 52,3 por ciento de los pacientes con asma no tienen bien controlada su enfermedad y el 3,9 por ciento padece asma grave no controlada.

A su vez, el asma grave no controlada limita de forma notable la calidad de vida de casi el cuatro por ciento de las personas afectadas por este enfermedad en nuestro país. En términos generales, la patología afecta a más del cinco por ciento de la población adulta y a un 10 por ciento de la población infantil.

“Hay pacientes que están perfectamente diagnosticados pero en los que existe una falta de adherencia al tratamiento terapéutico muy importante que es indispensable detectar en atención primaria”, explica a GM Milagros González Béjar, vocal de Relaciones Institucionales de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

Según los expertos, existe la “errónea” percepción por parte de los pacientes de que el alivio de síntomas es sinónimo de control de la enfermedad.

De hecho, cerca del dos por ciento de los ingresos en hospitales son debidos a crisis asmáticas y un 80 por ciento de estos son evitables con el tratamiento adecuado.

Tal y como resalta la especialista en atención primaria “muchos pacientes están abusando de tratamientos a corto plazo de alivio de síntomas. Sin embargo, el control sintomatológico no quiere decir que la enfermedad esté curada” e insiste en que es importante “que ese tratamiento de rescate vaya acompañado de una terapia de base” así, como si hay un componente alérgico “necesitan una buena vacunación y control de los síntomas alérgicos intensificando la terapia en época de polinización”.

Y es que de hecho, la predisposición alérgica es uno de los principales factores de riesgo que favorecen la aparición de esta enfermedad. En muchos casos, la patología aparece como respuesta a determinados estímulos que producen alergia como pueden ser: el polen, los ácaros del polvo, los epitelios de animales, ciertos alimentos, etc. Según datos del Ministerio de Sanidad, las denominadas alergias estacionales afectan aproximadamente al 15 por ciento de la población.

Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, (SEPAR) también apuntan a otros factores inductores que son componentes irritantes como pueden ser la contaminación atmosférica, los barnices y aerosoles o los productos de limpieza. También las emociones o el estrés pueden desencadenar crisis de asma. Aunque el principal factor desencadenante de crisis asmáticas graves son las infecciones respiratorias.

Mortalidad

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica potencialmente mortal pero gran parte de los fallecimientos por crisis asmáticas son evitables.

“Hay que recordar que es una enfermedad que mata. No es por ser alarmista pero los datos de mortalidad de hace 10 años y los últimos datos que hay siguen siendo los mismos y se ha visto que aumenta mucho en mujeres”, puntualiza Milagros González.

De 1.134 personas que fallecieron por asma en 2015, 195 eran varones y 939 eran mujeres. “Pero de cada tres muertes por asma dos son evitables si están bien diagnosticados y controlados. Por eso la tolerancia cero a los ataques de asma y a la falta de control es un objetivo al que debemos aspirar y trabajar para lograrlo”, añade.

Correcto abordaje

El papel de la atención primaria en el diagnóstico del asma es fundamental. “No todo lo que pita es asma, con lo cual es importante hacer espirometría con prueba broncodilatadora a los pacientes que vengan con cuadros obstructivos respiratorios ”, subraya la especialista.

Asimismo, asegura que se puede hacer un correcto abordaje de esta enfermedad desde primaria.

“Somos el punto donde el paciente tiene que asistir y donde debemos estar concienciados de la adherencia terapéutica ya que el paciente está mucho más cercano a la atención primaria que al hospital donde le ven cada ‘x’ meses”, continúa Milagros González. Nuestra misión es que el paciente esté bien controlado. Cuando se trate de asma más grave si deben ser tratados a nivel hospitalario , y con tratamientos que no se deben dispensar en atención primaria”, añade.

Los tratamientos monoclonales son la alternativa terapéutica en pacientes con asma grave de difícil control cuando no son efectivos las terapias con broncodilatadores y los corticoides inhalados a dosis elevadas.

Fuente: Gaceta Médica