Buenos Aires).- El miércoles último, al anunciar nuevas restricciones a la circulación en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el presidente de la Nación, Alberto Fernández, señaló que el sistema sanitario también se ha relajado, al sostener que en un tiempo en donde los contagios estaban disminuyendo abrieron las puertas a atender otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar, pero que creyeron que eran oportunos tratarlos ahora.

Su frase despertó críticas por parte de organizaciones médicas y científicas. Por eso, este domingo el mandatario emitió una aclaración en Twitter. Al referirme solo al sistema sanitario, usé el término ‘relajamiento’ para describir una situación creada: ante la baja de casos COVID, se habilitaron prácticas quirúrgicas no urgentes aumentando peligrosamente la ocupación de camas. Ese ‘relajamiento no se relaciona con la dura realidad que viven los profesionales de la salud y el arduo trabajo que realizan. Sé de su esfuerzo y son un ejemplo para los argentinos y argentinas. Pero, ¿por qué desde el sector de la Salud calificaron sus declaraciones como desafortunadas?

Los argumentos de las asociaciones médicas y científicas

En un comunicado conjunto, 5 colegios, asociaciones y sociedades científicas del ámbito de la cardiología de todo el país señalaron que los profesionales de la salud jamás perdieron el eje de las prioridades en esta pandemia mundial, pero esto no implica postergar tratamientos a pacientes en situación de gravedad o con la posibilidad de aparición de complicaciones por ausencia o por inacción médica.

Además, el documento -firmado por la Asociación Argentina de Angiología y Cirugía Cardiovascular, Federación Argentina de Cardiología, Colegio Argentino de Cirujanos Cardiovasculares, Colegio de Cardioangiólogos Intervencionistas y Sociedad Argentina de Cardiología- aclara al Presidente: “Considere que durante gran parte del 2020 debimos contener y postergar terapéuticas. Existen patologías cuyo tratamiento no puede ser pospuesto, y si hoy las camas de internación o de terapia intensiva se encuentran ocupadas, mucho tiene que ver con la asignación oportuna de prioridades en el contexto de la pandemia y representan una consecuencia no deseada por haber sido previamente diferidas”.

Desde la Sociedad Argentina de Mastología, por su parte, indicaron que el sistema de salud, público y privado, nunca se relajó y advirtieron que solo en lo que a cáncer de mama se refiere, durante el año pasado dejaron de diagnosticarse y, por ende, de tratarse, más de la mitad de los casos que estadísticamente deberían haber sido diagnosticados (de una enfermedad que constituye la mayor causa de muerte por cáncer en la mujer). Y la consecuencia de este hecho será que, en un futuro próximo, la población tendrá mayor mortalidad por otras causas ajenas al coronavirus.

Por su parte, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) sostuvo que el personal de salud está de pie para atender a los pacientes, cualquiera fuere la patología, las 24 horas de los 7 días de la semana.

En tanto, el Sindicato Médico de la República Argentina manifestó que venimos denunciando desde 2020 que se deben atender las otras patologías prevalentes que la población padece y no dejarlas libradas a la evolución natural. Cabe aclarar que, en algunos casos, ciertas patologías -que requieran cirugías programadas y no programadas- no necesariamente se internan en unidades de terapias intensiva sino en salas de internación general.

Quiénes ocupan las camas UTI

El Presidente señaló en Twitter que la baja de casos de coronavirus abrió las puertas a atender otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar, por lo que en el sistema privado se acumuló un número de camas utilizadas que hoy en día pueden ser muy necesarias para atender el COVID.

Los datos oficiales no permiten desglosar por qué tipo de patologías están internados los pacientes en terapia intensiva. Existen, de todas formas, informes alternativos. Una encuesta de la SATI destaca que, según una muestra de 53 instituciones del AMBA consultadas el 10 de abril último, de un total de 1.046 camas de terapia intensiva (9% del total del país) se observó una tasa de ocupación del 93%, una cifra muy superior a la que informa oficialmente el Ministerio de Salud de la Nación para esta región (74,3%).

De ese total, el 56,1% pertenecen a pacientes con COVID-19, mientras que el 36,9% a otras patologías. Pero, como detalla la propia SATI, esto es una encuesta a un grupo de organizaciones, que si bien muestran una “altísima tasa de ocupación”, no es directamente extrapolable a todos los hospitales.

La situación actual

Los datos oficiales muestran que el sistema sanitario no presente desde el inicio de la pandemia una baja ocupación, incluso durante los meses de verano (cuando los casos de coronavirus bajaron): entre diciembre y febrero últimos el total de UTIs ocupadas en todo el país, tanto del sector público como privado, nunca bajó del 50% (ver acá, acá y acá). Aunque, como se señaló, no es posible saber las proporciones de ocupación que corresponden a pacientes COVID y los que responden a otras patologías.

Según el último reporte publicado por el Ministerio de Salud de la Nación, al 17 de abril último había 3.977 personas con coronavirus en terapia intensiva. El pico de internaciones por COVID-19 se dio a fines de octubre último, cuando se registraron 5.119 personas internadas en UTIs.  Si se cuentan las camas de terapia de adultos en uso por todo tipo de patologías, actualmente se encuentran ocupadas el 64,8% de las disponibles en el sector público y privado de todo el país, cifra que asciende al 74,3% en el AMBA.

El 13 de abril último, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y distintas organizaciones y empresas relacionadas al sector emitieron un comunicado en el cual alertaron que “la ocupación promedio de camas en el AMBA alcanza el 69,2%, cuando hace sólo 2 semanas, la ocupación era del 56,5%” y aclararon que “estas cifras promedio representan que haya ya muchos centros de salud por arriba del 90% de ocupación”.

Chequeado accedió a los últimos datos disponibles en el Ministerio de Salud para la región centro del país. Al 14 de abril último, la provincia de Santa Fe contaba con una ocupación del 80,9% de camas de terapia del sector público, y del 74,6% en el sector privado. En tanto, la Provincia de Buenos Aires tenía una ocupación del 64% en el sector público y del 62,1% en el privado, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba la relación era inversa: 74,3 y 56,4% (respectivamente) en privado y 66% y 24,5%, en el público.

En tanto, los últimos datos disponibles para el resto del país muestran que al 9 de abril último la provincia de Neuquén era el distrito con mayor ocupación de camas UTI, tanto en el sector público como en el privado, con un 84% de las terapias en uso. Le siguen San Juan (80%), Santa Fe (77%), Río Negro (76%) y Tucumán (74%).

Fuente: Chequeado