(Buenos Aires),. La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo complejo que afecta el movimiento de manera gradual y el sistema cognitivo vinculado a las habilidades mentales para procesar información y aplicar el conocimiento. Este síntoma no motor genera daños en la cognición que pueden ser desde leves hasta graves, ya que los pacientes en etapas avanzadas de la enfermedad poseen más probabilidades de padecer demencia.

¿Cómo se manifiestan los cambios cognitivos a causa del Parkinson?

Cambios cognitivos en Parkinson: posibles causas

La comunidad científica aún no ha podido determinar los factores exactos que provocan el deterioro de las funciones cognitivas de las personas con Parkinson. Sin embargo, se comprende que está asociado a una marcada disminución en el nivel de dopamina - el neurotransmisor involucrado en la regulación de los movimientos del cuerpo-.

Por otro lado, ante los síntomas cognitivos, se registran cambios en los niveles de acetilcolina, noradrenalina, serotonina y norepinefrina: mensajeros químicos vinculados a la atención, memoria, la función ejecutiva y al estado del ánimo.

En algunos casos, la presencia de otros padecimientos como la acumulación de cuerpos de Lewy en las neuronas responsables de los procesos cognitivos, la enfermedad de Alzheimer y las enfermedades cerebrovasculares pueden influir en estos síntomas del Parkinson.

Los síntomas cognitivos más frecuentes en Parkinson

Si bien los primeros síntomas cognitivos que genera esta enfermedad suelen ser leves y en general no interfieren drásticamente con la vida cotidiana de los pacientes, el daño en la cognición tiende a agravarse con el paso del tiempo hasta terminar en demencia: el declive en múltiples capacidades mentales provoca una dependencia total del paciente respecto a sus familiares.

En este sentido, las siguientes funciones intelectuales son las que suelen ser afectadas desde un inicio:

  • Capacidad de atención. Al verse dañado el lóbulo frontal y parietal del cerebro, se ve perjudicada la habilidad de concentración de forma selectiva en un aspecto en particular. También, las acciones cotidianas como conversar o leer se tornan tareas difíciles ya que el paciente se distrae fácilmente por otros estímulos a su alrededor.
  • Función ejecutiva. A raíz de que el sistema de neuronas productoras de dopamina es afectado por la enfermedad, se ve limitada la capacidad para planificar, organizar y regular un comportamiento con el propósito de alcanzar un objetivo determinado. Esto impide poder realizar actividades múltiples, resolver problemas y cambiar tareas rápidamente.
  • Memoria. Como el Parkinson también daña el lóbulo temporal del cerebro, el área frontal y la de los ganglios basales y la corteza prefrontal dorsolateral, se ven afectadas la memoria declarativa, la memoria procedural y la memoria operativa. En ese sentido, la capacidad para recordar ciertos hechos o conceptos y realizar cálculos mentales estará limitada.
  • Habla. El problema más frecuente de esta enfermedad está relacionado con la capacidad de encontrar las palabras que se desean utilizar, por lo que los pacientes tienden a hablar cada vez menos y a utilizar un lenguaje más sencillo.
  • Función visual-espacial. Al ser afectado el lóbulo parietal, se ve perjudicada la habilidad para formar imágenes mentales y llevar a cabo procesos espaciales: trazar rutas en la mente, calcular distancias, percibir profundidades, copiar dibujos, construir objetos o armar rompecabezas, entre otros.

¿Cómo evaluar el deterioro de las funciones cognitivas en Parkinson?

Evaluar estos síntomas en los pacientes con Parkinson pasa por:

  • Prestar atención a los relatos del paciente, ya que puedan brindar indicios sobre la presencia de alguna de las dificultades cognitivas mencionadas.
  • Someter al paciente a exámenes iniciales breves que pongan a prueba sus procesos mentales y la memoria.

También es recomendable prescribir una evaluación neuropsicológica integral ya que esta permite descartar si los cambios están relacionados con una deficiencia de la vitamina B-12, el efecto de alguna medicación u otros factores como la fatiga, trastornos del sueño o depresión.

Cambios cognitivos: alternativas para retrasar el avance de los síntomas en Parkinson

Entre los fármacos disponibles para tratar los problemas cognitivos en etapas avanzadas del Parkinson se encuentra la rivastigmina – aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Este fármaco actúa sobre el sistema colinérgico, el cual juega un papel clave en el deterioro cognitivo de la enfermedad dado que existe una correlación entre las pérdidas colinérgicas corticales globales y la afectación de la memoria, la atención y la función ejecutiva en los pacientes.

En cuanto a los tratamientos que no incluyen medicamentos, según la American Parkinson Disease Association, se encuentran:

  • Ejercicios mentales y estrategias cotidianas. Por un lado, es posible simplificar las rutinas al agregar recordatorios o etiquetas con el fin de que faciliten las tareas del paciente. Por otro lado, se sugiere realizar ejercicios mentales que estimulen las distintas áreas del sistema cognitivo con el objetivo de retrasar el avance de la enfermedad.
  • Ejercicios físicos. La actividad física mejora la plasticidad y protección del cerebro, reduce el estrés oxidativo y la disfunción mitocondrial. También ayuda a los pacientes con Parkinson a disminuir sus síntomas y a frenar el deterioro del sistema cognitivo.

Comprender el alcance del daño que se produce por esta enfermedad va más allá de los síntomas motores. Es vital tener un alto grado de conciencia sobre el deterioro en el sistema cognitivo de cada paciente para encontrar el tratamiento adecuado y así, evitar futuras complicaciones a causa de esta enfermedad.

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Fuente: Celnova