(Buenos Aires).- La pandemia ha contribuido a que la salud física y psíquica de muchas personas se haya visto afectada, agravando las situaciones de estrés, ansiedad y depresión. Aun así, según estudios, aquellas personas que conviven con animales tuvieron un menor impacto psicológico negativo.1 Esto puede ayudar a explicar por qué la adopción de perros y gatos ha aumentado un 200%2 durante los últimos dos años.

Está demostrado que la interacción humana con las mascotas ayuda a disminuir los niveles de cortisol, una hormona que está estrechamente relacionada con el estrés y que, además, logran aumentar la liberación de oxitocina y serotonina, ambas sustancias implicadas en producir sentimientos de amor y felicidad en el individuo. El simple hecho de acariciar o estar junto con estos compañeros ayuda a disminuir la presión arterial y relajarnos. Se estima que mundialmente más de 300 millones de personas viven con depresión3 y, específicamente, el 12,51% de los argentinos presenta riesgo de padecer un trastorno mental4.

Investigaciones señalan que existen personas diagnosticadas con depresión que han logrado una mejora en su salud mental con la adopción de una mascota. Estos han ayudado a generar un sentido de propósito a sus días, aumentando considerablemente su autoestima. Por eso en el marco del Día Mundial de la Depresión, queremos visibilizar la gran influencia que los animales tienen en nuestras vidas, en nuestra salud mental y emocional, explicó Walter Comas, Director de la Unidad Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Región Sur.

Otro apoyo fundamental que suelen aportar las mascotas, sobre todo en estos últimos años, es a combatir la sensación de soledad. Cuando las personas atraviesan momentos difíciles se generan sentimientos de ansiedad y estados de tristeza que pueden encaminar al deseo de privarse de cualquier contacto con el exterior.

Al crear lazos afectivos especiales con nuestros compañeros, se crea un sentimiento de responsabilidad por su bienestar y cuidado, por lo tanto, nos ayuda a centrar nuestra mente en ellos y despejar nuestra cabeza de los problemas. La euforia que los perros o gatos expresan disminuye el sentimiento de soledad y evitan el aislamiento voluntario de las personas deprimidas al impulsarlos a salir a pasear o jugar con ellos, comentó Walter Comas.

También, cada vez más, se las considera como miembros de la familia porque ayudan al fortalecimiento de los lazos afectivos. Por ejemplo, la relación de un niño con un animal doméstico, bajo circunstancias debidamente controladas, es beneficiosa para ambos: la relación resulta positiva en aspectos afectivos, en refuerzo de la personalidad y promoción de autoestima, y en desarrollo cognitivo5.

Contar con una mascota contribuye a la salud del ser humano. MSD Salud Animal, líder en el cuidado y bienestar de los animales domésticos, estimula a las personas a tener una tenencia responsable y con los cuidados pertinentes. Y, les recuerda que, el vínculo entre ambos es un beneficio para todos.

Fuente: Ketchum Argentina