(Brasilia).-  Brasil inició la vacunación pediátrica contra el coronavirus en un hospital de San Pablo, con la presencia del gobernador de ese estado y la ausencia del presidente, Jair Bolsonaro, que cuestiona la inmunización.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) recomendó la inmunización infantil con la vacuna del laboratorio estadounidense Pfizer en el contexto de una suba pronunciada en las tasas de contagio de todas las fajas etarias debido a la preeminencia de la cepa Omicron.

El niño indígena, Davi Seremramiwe Xavante, de 8 años de edad, recibió hoy la primera vacuna pediátrica de Pfizer aplicada en Brasil. Lo hizo en el Hospital de Clínicas de San Pablo, el estado más populoso del país ante la presencia del gobernador , el político opositor Joao Doria, un defensor de la vacunación contra coronavirus. Con un tapabocas blanco Davi, que padece comorbilidades, mostró su tarjeta de vacunación ante los camarógrafos y reporteros gráficos que cubrieron el evento en la ciudad de San Pablo la primera capital donde la cepa Ómicron comenzó a transmitirse de forma local.

A miles de kilómetros de San Pablo el presidente Bolsonaro pronunció hoy un discurso en el estado amazónica de Amapá donde defendió su política contra el coronavirus. Desde el inicio de la pandemia el mandatario de opuso al aislamiento social y luego cuestionó la vacunación contra el Covid-19 además de negarse a recibir el antídoto.

Desde fines de diciembre Bolsonaro redobló su discurso contra la inmunización infantil proponiendo que sólo sean inmunizados los niños que estén respaldado por un certificado médico. La propuesta presidencial del certificado médico como requisito no prosperó tras recibir críticas de buena parte de la comunidad científica y varios gobiernos estaduales interesados en el inicio inmediato de la vacunación pediátrica.
Esta semana Bolsonao llegó a decir que la cepa Omicron era "bienvenida" y que nadie había muerto a raíz de la misma en Brasil. Esas afirmaciones fueron rebatidas por la posición brasileña y por la Organización Mundial de la Salud.

El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, se alió al presidente Bolsonaro al oponerse al inicio inmediato de la vacunación pediátrica. Esto dio lugar a una pulseada entre Bolsonaro y su ministro frente a los gobernadores y Anvisa por el otro. Finalmente el jueves a las 5 horas locales (8 GMT) arrigbó a Campinas, interior de San Pablo, la primera remesa con 1,2 millones de vacunas pediátricas Pfizer que quedaron en los almacenes del gobierno nacional.

Los fármacos fueron distribuidos hoy en varios estados, incluso San Pablo, donde se realizó la vacunación del niño Davi Seremramiwe Xavante. La aplicación tuvo un carácter simbólico ya que la vacunación de menores en varios puestos de salud debe comenzar la semana próxima en San Pablo.

Fuente: ANSA