(Madrid).- Uno de los cánceres más diagnosticados en mujeres es el de mama, y el triple negativo es el subtipo más agresivo. Actualmente se suele recurrir a la quimioterapia para intentar paliar la enfermedad, aunque no siempre se logran resultados satisfactorios.

Encontrar nuevas estrategias para abordar esta complicada patología es la misión de varios grupos de investigación, y un trabajo realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha sentado las bases para definir nuevas dianas potenciales de anticuerpos no solamente en cáncer de mama, sino que también se han logrado buenos resultados con el cáncer de colon.

El bioquímico e investigador del CSIC, Juan Carlos Montero, ha logrado identificar junto a su equipo de científicos un grupo de unas 20 proteínas que podían ser dianas de anticuerpos conjugados a fármacos (ADCs), centrándose en la denominada CD98hc. El estudio, publicado en la revista Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, ha probado in vitro y en ratones el ACD para cancer de mama y Montero afirma en Redacción Médica que “la idea es intentar que una farmacéutica logre desarrollar el ACD, teniendo en cuenta las posibles toxicidades que ahora desconocemos. El anticuerpo reconoce el CD98hc humano y en los ensayos realizados in vivo son en ratón, y no lo identifica”.

Otra meta de Montero es abrir la posibilidad de que la proteína CD98hc fuese también una diana terapéutica de ADC para la terapia de otros tipos de cáncer, y ya se han iniciado las investigaciones en cáncer de colon: “En la investigación para cáncer de mama generamos un tumor con líneas celulares y probamos el fármaco. En el de colon seguimos la misma premisa, pero también cogimos muestras de tejido tumoral de varios pacientes y lo implantamos en ratones. Una vez se establece el tumor, tratamos a un grupo de control y otro con el ACD. Por ahora estamos teniendo buenos resultados”.

Analizar la toxicidad y humanizar el anticuerpo

La premisa marcada por el grupo de investigación es ver en este anticuerpo la toxicidad en humanos, por lo que, según el investigador, “habría que humanizarlo, debido a que hasta ahora es un anticuerpo hecho en ratón. Una vez llegado a este punto, se tendría que volverlo a testar en modelos preclínicos en vivo para ver que todo va bien y, después, iniciar los ensayos clínicos con fase 1,2 y 3. Si vemos que los ensayos llegan a buen puerto, se podría establecer un nuevo tratamiento en cáncer de mama, aunque el proceso es largo”.

Por otra parte, los resultados de un estudio japonés publicado recientemente han permitido a los investigadores ver con optimismo el abordaje de la toxicidad que puede tener el ACD. “Este otro estudio analiza dianas terapéuticas en otros tumores como es el de mieloma múltiple. Se ha encontrado un anticuerpo contra el CD98hc que no solamente lo reconoce en las células tumorales, sinó que tambien en las células no tumorales. El anticuerpo ha logrado buenos resultados. Un anticuerpo de este estilo se podría usar para el ACD. En un principio solo reconocería al CD98hc del tumor y no de los tejidos sanos, en los cuales se expresa, pero con menos cantidad”.

Encontrar más proteínas para tratar el cáncer de mama

Pese a que la investigación se ha centrado en estudiar el CD98hc, el uso de técnicas genómicas y proteómicas y su posterior comparación de tejidos normales de mama y tejidos tumorales de mama triple negativos permitió identificar otras 19 proteínas que podían ser dianas de ADCs. Montero no cierra la puerta a iniciar estudios con todos estos otros candidatos, aunque asegura que “estamos intentando refinar el proceso de identificación y hacerlo de otra manera más precisa, tanto con abordaje proteómico y genómico para encontrar más proteínas que pudiesen ser atacables por este tipo de fármacos. La idea es que, aparte de progresar con CD98hc, ver qué otras proteínas identificadas podemos tratar con ADC”.

Saber qué proteínas están alteradas para dirigir de forma específica este tipo de fármacos ha permitido a la investigación definir nuevas dianas potenciales no solamente en el cáncer de mama, sino que también en el de colon. Este hecho ha permitido establecer las bases para definir nuevas dianas potenciales de ADCs en otros tumores sólidos o hematológicos que podrían crear en un futuro tratamientos más efcaces y seguros.

Fuente: Redacción Médica