(Buenos Aires).- El cambio es una variable que es estudiada desde hace décadas. Sin embargo, es tan difícil comprenderlo como predecirlo. En las últimas décadas se ha acelerado, a tal punto que ha pasado de ser lineal a exponencial, dando saltos cada vez más grandes. En salud, los ejemplos nos sobran, los medicamentos biológicos, la nanotecnología en los dispositivos médicos, las cirugías mayores ambulatorias o la telemedicina.

Podríamos confirmar el dicho que la única constante es el cambio.

Por otro lado, existe una máxima que dice que “la historia tiende a repetirse”. Los vivimos constantemente los mismos hechos. Hace 10 años, en Argentina, los medios expresaban la preocupación por la falta de dólares mientras que la pobreza, el desempleo y la inflación eran temas acuciantes para la población. A nivel mundial, la guerra en Siria nos espantaba y llegaban imágenes tan crueles, como la guerra actual en Ucrania.

Poco ha cambiado. Tampoco ha cambiado la urgencia ambiental y seguimos en camino más y nuevas catástrofes y/o pandemias. En el sector salud, vivimos con los mismos problemas: las clínicas y sanatorios quejándose de la falta de financiamiento al igual que las obras sociales, el sector público con demoras y filas interminables, las prepagas solicitando aumentos constantes y el personal de salud salarios magros y malas condiciones laborales.

Un cambio en estos días ha sido la revocación del fallo de la corte suprema en los Estados Unidos sobre el aborto. Más allá de las consideraciones personales sobre el asunto, es lamentable que se cercenen derechos sobre un tema que, desde la salud pública, hay evidencia suficiente sobre sus efectos positivos en los indicadores de mortalidad materna y calidad de vida de las mujeres. Este ha sido un cambio que confirma lo antedicho sobre la repetición de la historia, un lobby que logra que se repita.

Para los humanos, el cambio es como un ser misterioso e indomable. Lo aceleramos hasta el punto donde nos cuestionamos ética y moralmente hasta donde llegar, pero cuestiones básicas que condiciona la vida de millones de personas, quedan inalterables. Si queremos evolucionar hacia una sociedad mejor, debemos cambiar pensando en las personas y para las personas. Nos urgen cambios hacia una economía equitativa, al cuidado del ambiente y parar los conflictos armados. Es necesario actuar ya, o en palabras atribuidas a Einstein, “locura es hacer lo mismo que siempre esperando resultados distintos”.

Por Ariel Mario Goldman

Fuente: Economía de la Salud