(Buenos Aires).- El consumo de alcohol tiene amplias consecuencias negativas en el organismo humano. Se trata de una realidad sobre la que existe un sólido consenso en la comunidad científica, que ha llevado a cabo innumerables investigaciones al respecto. La cantidad más saludable de consumo de alcohol es cero, pero la realidad, no obstante, es que la mayoría de la gente bebe.

En el Congreso Internacional del Hígado, que reunió a algunos de los mayores expertos del mundo en la materia la semana pasada en Londres, quisieron lanzar un mensaje para cuidar este órgano esencial a las personas que no están dispuestas a renunciar por completo a la bebida: al menos, tres días seguidos a la semana no se debe tomar alcohol. Y añadieron otro consejo: tiene que venir acompañada de moderación y buena alimentación el resto de los días.

Las enfermedades del hígado, además, tienen una característica que las diferencia de otras: se ceban con personas jóvenes y de mediana edad, especialmente entre la población socialmente más vulnerable. Contrasta con las enfermedades causadas por el tabaco y la obesidad, como el cáncer de pulmón y la diabetes tipo 2, que causan fallecimientos típicamente entre sexagenarios y septuagenarios, dice el documento. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que las enfermedades del hígado son la segunda causa de años de trabajo perdidos en Europa, solo por detrás de las coronarias.

Con esta realidad en mente, Aleksander Krag, vicesecretario general de Asocación Europea de Estudio del Hígado, pide una decidida reducción en el consumo de alcohol, en su promoción y un alza en sus precios. No es que le digamos a la gente que no puede beber nada; [se pueden seguir] muy buenas reglas: mantener tres días sin beber cada semana, nunca consumir más de cinco unidades de alcohol de una vez y no más de 10 a la semana [una unidad no se corresponde a una bebida: una copa de vino llena equivale a tres unidades; una cerveza de 333 mililitros (una lata), son 1,5; un chupito de una bebida de alta graduación, una unidad], explica Krag.

Krag matiza que estas cantidades, desde el punto de vista de la enfermedad hepática, pueden ser tolerables, ya que el hígado es un órgano con alta capacidad de regeneración, pero eso no quiere decir que sean recomendables. No debes beber una copa de vino pensando que es sano, sino porque te gusta.

Lo cierto es que hay asociados incrementos en el riesgo de padecer ciertos cánceres a partir de cualquier cantidad de alcohol, que no solo es tóxico, sino también adictivo. Por eso, muchos profesionales de la salud son muy contrarios a hacer recomendaciones distintas a que se procure beber lo menos posible. Y si no se consume nada, mejor.

Fuente: La Capital