(Barcelona).- El Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) ha entrado a participar en la 'spinoff' Paperdrop Diagnostics para diseñar y comercializar nuevos dispositivos biomédicos, entre ellos un test, parecido al del embarazo, que con un papel sensor y una gota de sangre detecta daños hepáticos y renales causados por fármacos.

La nueva empresa ha sido promovida por el profesor Arben Merkoçi, responsable del Grupo de Nanobioelectrónica y Biosensores del ICN2, y el experto en innovación Marco Gallegos, para transferir la nanotecnología al mercado.

Según los impulsores de la 'spin-off', los nuevos sensores para detectar lesiones causadas por fármacos son beneficiosos para el seguimiento de pacientes polimedicados en Atención Primaria así como para la monitorización de ensayos clínicos.

Los investigadores han explicado que actualmente el diagnóstico precoz de las lesiones inducidas por fármacos es inexistente y que, cuando los síntomas se presentan, a menudo en forma de insuficiencia renal o hepática, se puede confundir con otras causas y se pueden prescribir fármacos innecesarios.

En el entorno de los ensayos clínicos estas lesiones son un problema conocido y, a pesar de ser caros, existen recursos especializados para su detección, pero en el ámbito de la Atención Primaria, en cambio, el personal médico no tiene acceso a los recursos necesarios para la correcta identificación de las lesiones inducidas por la medicación.

Las tecnologías avanzadas de diagnóstico disponibles actualmente para las lesiones inducidas por fármacos suelen requerir gran cantidad de recursos, infraestructuras de laboratorios, personal cualificado y soporte financiero.

Paperdrop Diagnostics S.L. propone un nuevo dispositivo de bajo coste y fácil de usar para identificar estas lesiones y que se basa en inmunoensayos de flujo lateral, similares a un test de embarazo, que detecta seis biomarcadores clave relacionados con el daño renal, hepático o inflamatorio inducido por fármacos.

Según sus impulsores, para el diagnóstico se requiere solo de un sensor de papel y una gota de sangre del paciente, una nueva tecnología que se basa en las investigaciones del Grupo de Nanobioelectrónica y Biosensores que lidera Merkoçi.

En la nueva empresa, el Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí (I3PT), aporta el conocimiento clínico a este nuevo test, y la compañía busca ahora inversores para poder sacar el producto al mercado en los dos próximos años. EFE

Fuente: La Vanguardia