(Buenos Aires).- Software de simulación. Pinzas robóticas manejadas por médicos. Video en vivo que permite seguir la ruta de una incisión, las puntadas de una aguja que cose, una tijera que corta. El quirófano de un médico es un espacio cada vez más mediado por diversas tecnologías.

Y ahora se le agrega un elemento más, previo, basado en la impresión 3D y un fuerte soporte de valor agregado, que le ayudará a que ese conjunto de herramientas permita realizar una cirugía con más prevención y menos riesgos.

Se trata del trabajo que viene realizando Medical Design, una startup que integra el grupo de emprendimientos impulsados por Open Innovation, el brazo del Grupo Telefónica para detectar soluciones innovadoras destinadas a cualquier segmento, y que imprime órganos en 3D con sus patologías o dificultades. El objetivo es que los cirujanos puedan practicar incisiones y otras artes médicas antes de ingresar al quirófano las veces que sea necesario.

La startup fue creada por George Kassis y Eliseo Guzmán, cofundadores de Medical Design. Este año participaron de la primera convocatoria de Open Innovation a través de Open Future en La Plata y el proyecto fue uno de los que ingresó en el programa, que buscar ayudarlos a crecer en su desarrollo, tanto desde el punto de vista del negocio como desde la capacitación.

El emprendimiento combina el modelado de órganos mediante impresoras 3D en dos tipos de plástico, uno más duro y otro más blando, y un tratamiento previo de imágenes tomografías y otros estudios que permiten tener el diseño perfecto de ese corazón, o de ese cerebro, o de ese pulmón que se va a imprimir.

Diseñamos un protocolo para la toma de imágenes. Una tomografía pasa por cuatro sistemas, de modo que diseñamos una mejor manera para realizar esas tomas y luego esa tomografía se reconstruye a fin de poder hacer la impresión en 3D, explicó Eliseo Guzmán.

A partir de esa impresión, el médico que realizará la cirugía podrá practicar los cortes, las inserciones y demás acciones involucradas en el tratamiento. Si en una de esas pruebas se advierte que esa tarea prevista no funcionará, se volverá a hacer la práctica con un órgano impreso nuevo. O con la parte del órgano sobre la que se trabajará.

Al llevar las partes impresas o el órgano impreso antes de la cirugía también se puede prever el cambio del procedimiento quirúrgico a seguir, porque en esta práctica es posible contemplar modificar algo, detalló George Kassis.

El modelado previo de los órganos en 3D se complementa con otros instrumentos que los médicos manejan en el quirófano, que van desde los simuladores hasta los robots del estilo Da Vinci, o de otro tipo, según la clínica– y al resto de las herramientas que se emplean para que la cirugía se realice con éxito. Es decir, no reemplaza nada. Ayuda, en principio, al médico.

Impactos a todo nivel

Pero hay otros efectos colaterales positivos que impactan, principalmente, en el sistema de salud. Porque al realizar esta práctica previa –que al médico sí le lleva más tiempo de preparación– se minimizan los riesgos de la intervención, se reducen las horas de cirugía, el posoperatorio es más corto y se liberan más rápidamente las camas de una clínica o un hospital.

Kassis aseveró que una cirugía que habitualmente puede llevar 10 horas, con la implementación de este servicio puede reducirse a dos horas. La aplicación de su servicio está orientada a intervenciones de alta complejidad. Esto se traduce en reducción de costos, un aspecto que siempre pretenden alcanzar los centros de salud, sean públicos o privados.

La tecnología que combina el uso de un software que mejora la toma de imágenes, más la impresión de los órganos o parte de ellos en 3D, ya se usa en diversos países del mundo. Suele aplicarse especialmente en oncología y en diversas patologías tumorales. En Argentina hay algunos casos efectuados en el sector privado de la ciudad de Buenos Aires.

El servicio que ofrece la startup no se queda sólo en la toma de imágenes y en la impresión. También se complementa con el trabajo directo de Eliseo y George con cada uno de los médicos involucrados en una cirugía.

Ellos acompañan todo el proceso de práctica con los especialistas hasta el momento de la operación. Ven junto con el cirujano qué quiere hacer para mejorar las incisiones o lo que sea que haya que practicar en el órgano involucrado.

Los modelos se hacen en función de lo que el médico quiere hacer y da la posibilidad de ensayar la cantidad de veces que se quiera, insistieron tanto Kassis como Guzmán.

Hasta ahora, Medical Design participó sólo de una cirugía en donde se extirpó un tumor maxilofacial a un joven de 21 años. A ello, se suman varias asesorías con otros expertos para ir explicándoles la novedad de esta tecnología.

Los emprendedores presentaron su startup la semana pasada a los máximos ejecutivos de las dos principales empresas de medicina prepaga del país, Swiss Medical y OSDE, con el objetivo de que analicen la incorporación de este servicio en sus sanatorios.

Luego de haber llegado a esta instancia gracias a su participación en Open Future, MedicalDesign continuará con el foco en

  • Afianzar el servicio de prequirúrgico
  • Sumar clientes
  • Incorporarse al clúster de medicina que existe en Junín, provincia de Buenos Aires
  • Consolidar el proceso de investigación con el Conicet para el desarrollo de piel e injertos y, luego, de producción de órganos para trasplantes, a largo plazo.

Lógicamente, este camino continuarán desarrollándolo de la mano de Open Future, que ya abrió la tercera convocatoria para startups de alto impacto en la localidad bonaerense de Junín (Buenos Aires), en Mendoza y en Corrientes.

Medical Design es un emprendimiento que ingresó recientemente al Espacio de Open Future "La Catedral", un ámbito de apoyo al ecosistema impulsado en forma conjunta por la Municipalidad de La Plata y Telefónica, con el objetivo de desarrollar una comunidad emprendedora regional con gran potencial de crecimiento, basándose en la importancia de la relación del sector público y el privado.

Fuente: Entrepreneur.com