(buenos Aires).- Es una de las más grandes del país. Todos los productos que procesa, elabora y provee a los servicios del hospital se esterilizan con los estándares más exigentes, para que sean seguros los tratamientos, las cirugías, las curaciones, los estudios, la alimentación y la estadía de los pacientes del Garrahan. Ahora, incorporará un sistema de trazabilidad informática de los dispositivos en el marco de la mejora continua.

Muchos de los elementos que se utilizan en la atención de pacientes requieren tratamientos y cuidados especiales para prevenir riesgos microbiológicos. Las gasas y las vendas para las curaciones, los kits para la inserción de catéteres, las pinzas y tijeras para las cirugías y trasplantes, los endoscopios, los sets de lactancia materna, las fórmulas lácteas, las sábanas, la ropa y hasta los juguetes de pacientes del Garrahan son procesados, elaborados o provistos por la Central de Esterilización. El fin: evitar que alguno de estos objetos transmita infecciones o agentes patógenos a los niños, niñas y adolescentes que se atienden en el Hospital.

Los procedimientos de esterilización son transversales y de apoyo a las tareas asistenciales del Hospital. Estos procedimientos los llevamos a cabo con elementos producidos o procesados en nuestra área para que los dispositivos médicos que se utilizan sean seguros. Nos dedicamos a interrumpir y no permitir la cadena de transmisión de enfermedades, define Valeria Bonada, jefa de la Central del Hospital Garrahan.

Equipo e infraestructura

Para brindar esa seguridad todos los días, las 24 hs, trabajan farmacéuticos especialistas en esterilización, técnicos, auxiliares, administrativos y esterilización 16 operarios, además de los becarios que se forman en el área al tiempo que cursan el posgrado de esta especialidad. En total, son 67 personas que, por año, proveen más de 22 millones de dispositivos médicos seguros. La cifra convierte a la Central de Esterilización del Hospital Garrahan en una de las más grandes del país.

Tenemos dos líneas de trabajo: la elaboración del material de curación, como compresas, gasas y apósitos, entre otros; y el procesamiento de todos los elementos que lo requieran para su uso seguro en la asistencia pediátrica, como las cajas de cirugía o instrumentos que se utilizan en asistencia respiratoria, por ejemplo explica Bonada. La Central también es responsable de la compra y dispensación de más de 450 tipos de productos médicos. Nuestro trabajo es sumamente complejo por las patologías que atiende el Garrahan y porque debemos tratar dispositivos específicos para pacientes que van desde los 500 gramos hasta 100 kilos», añade.

Se utilizan diferentes técnicas de acuerdo a las características de cada elemento. Se realiza tratamiento térmico, usualmente «En los que son termosensibles -continúa-, aplicamos otros métodos, como óxido de etileno o peróxido de hidrógeno. Y, de acuerdo a las necesidades, también se lleva adelante desinfección de alto nivel.

Para garantizar la calidad de los procesos, la Central cuenta con sentido único de circulación y diferencial de presión, lo que permite delimitar las diferentes zonas de trabajo según los niveles de limpieza requeridos por la normativa vigente. Asimismo, posee equipamiento para la extracción de partículas, para controlar el ambiente en que se elaboran los materiales y también cuenta con control de temperatura y humedad en los sectores de almacenamiento.

Además, dentro del Hospital existen 'periféricos' de Esterilización en Centro Quirúrgico, en Endoscopía Digestiva, Endoscopía Respiratoria y en el Lactario, con equipamiento propio y personal técnico del área. «Estos nos permiten minimizar el riesgo de contaminación o rotura por el traslado y acortar los tiempos para que los materiales estén disponibles de modo oportuno y adecuado», asegura Graciela Starchuk, jefa de Clínica del Área.

Rigurosidad y exigencia

Todos los procedimientos se realizan bajo estándares, recomendaciones y normativas nacionales e internacionales. «Cuando protocolos de diferentes países difieren en algún punto, procuramos atender al más exigente», resalta Starchuk. Y agrega que la Joint Commission International -considerada la entidad más importante globalmente para certificar la calidad de las instituciones de salud- destacó a la Central y su flujo de procesos como una fortaleza para el Hospital.

En este sentido, con el objetivo de incrementar el control sobre los dispositivos médicos, están en marcha la implementación de un nuevo sistema de trazabilidad informático. «Vamos a poder identificar de manera inequívoca, a través de un código QR, cada unidad y saber exactamente su ubicación, su rotación, la cantidad de veces que fue utilizada, por quién y en qué procedimiento», afirma Bonada. «Este seguimiento efectivo es esencial para elevar la seguridad de nuestros pacientes, en pos de la mejora continua».

Para ello es fundamental el testeo permanente de los procedimientos. «Por ejemplo, dentro de la Central elaboramos un reactivo específico para evaluar el grado de limpieza alcanzada, a partir de la presencia o no de proteína en la superficie de los dispositivos», explica Cintia Ledesma, farmacéutica del Área. Y Starchuk agrega que «la producción propia del reactivo y no tener que comprarlo permite multiplicar el monitoreo de la calidad de los procesos».

Construir seguridad sanitaria colaborativamente

Dado que el trabajo de esterilización es transversal a las diferentes actividades asistenciales, Bonada subraya la importancia de las capacitaciones intrahospitalarias y la labor interdisciplinaria: Es fundamental el trabajo junto a otros servicios para llevar adelante los procedimientos específicos que requieren los distintos dispositivos en cada especialidad.

A su vez, la Central del Garrahan es referencia para otras instituciones. Por ello, el equipo del área, desde 2006, dicta cursos para capacitar en laesterilización 18 materia a personal de hospitales de todo el país. Además, eligen al sector para complementar su formación teórica, quienes cursan el posgrado universitario de la especialización y estudiantes avanzados de Farmacia y de tecnicaturas en Esterilización. «Todos los becarios desarrollan un proyecto específico en el área y, de esta manera, al mismo tiempo que ellos aprenden desde la práctica y la investigación, contribuyen al desarrollo de la Central», destaca Matías Kanneman, farmacéutico del sector.

Sin embargo, la Central no solo aporta hacia el interior del Hospital: «Impulsamos una la red interinstitucional nacional, con herramientas de telesalud, para unificar criterios colaborativamente, cuando las guías de prácticas no coinciden en las medidas establecidas», comenta Starchuk. Y Bonada concluye: Buscamos que cada central de esterilización tenga un manual de procedimientos para que los dispositivos médicos sean seguros para todos los pacientes, no solo en el Garrahan, sino también en los hospitales con los que nos conectamos.

Fuente: Buena Praxis