El desabastecimiento del material necesario para frenar al coronavirus ha sido una de las causas principales de la eclosión de la pandemia. Países europeos como Italia, Francia, Reino Unido o España han visto cómo sus profesionales sanitarios se infectaban por millares debido a la falta de equipos de protección individual (EPIs), mascarillas, guantes, pantallas protectoras, amén del drama generado por la falta de respiradores para pacientes graves y críticos.

Con la esperanza de frenar nuevos brotes de la enfermedad puesta en la vacuna que se prueba ya en humanos, en el horizonte se dibujan dos dispositivos que va a ser el nuevo objeto de deseo por los países de todo el mundo: la aguja y la jeringuilla.

Debido a la necesidad de producir grandes cantidades de vacunas en el mínimo periodo de tiempo, es altamente probable que las vacunas aparezcan en viales y no precargadas. Este hecho hará necesaria la utilización de agujas y jeringuillas para la preparación y administración de la profilaxis. Se estima además que la vacuna se administrará mediante dos dosis, separadas por varias semanas.

Considerando una población europea de unos 740 millones de personas, la estimación de jeringuillas y agujas necesarias para la vacunación se va casi a los mil quinientos millones de unidades de cada una. Eso solo en el viejo continente. En el caso de España la necesidad rondaría los 100 millones de unidades de jeringas y los mismos de agujas.

Las compañías que producen jeringas y agujas a nivel mundial ampliarán su capacidad de producción, pero como ha ocurrido con equipos de protección individual, mascarillas y guantes, no habrá suficiente. The New York Times publicó recientemente una estimación acerca de la demanda adicional esperada para la vacunación contra el coronavirus Covid-19, que puede requerir a la industria manufacturera de jeringas y agujas más de 18 meses para ser satisfecha. El periódico norteamericano incidía en la importancia de acelerar los pedidos de dicho material para asegurar su disponibilidad cuando la vacuna esté lista. Siguiendo la lógica vivida con los equipos de protección frente al coronavirus, los primeros países en pedir los dispositivos serán los primeros en recibirlos e inmunizar a su población.

Los Gobiernos de Estados Unidos (EEUU) y el Reino Unido ya han cerrado y por tanto garantizado el abastecimiento de agujas y jeringuillas para la vacunación anhelada, según publican varios medios locales. Bloomberg informa que la Administración Trump ha firmado contratos para obtener 320 millones de agujas y jeringas para la vacunación por valor de 111,5 millones de dólares. Reino Unido espera disponer de la vacuna en septiembre gracias a una investigación de la Universidad de Oxford, y se ha garantizado el suministro de 120 millones de jeringas y de agujas para su administración a los ciudadanos británicos.

Como se puede comprobar, los principales países del mundo parece que se están moviendo rápido para asegurarse agujas y jeringuillas, lo que está haciendo (lógicamente) que el mercado cada vez sea más limitado para los que están siendo menos previsores. ¿Volverá España a repetir los errores cometidos al principio de la pandemia en un mercado tan competitivo, pagando hasta el doble en China por tecnología como la de los respiradores? ¿O esta vez será previsor?

Fuente: Redacción Médica