(MAdrid).- La obsolescencia del parque tecnológico de la sanidad española ha quedado puesta de manifiesto en el último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef),'Gasto del SNS en Farmacia Hospitalaria e Inversión en Equipos de Alta Tecnología'. En concreto, apunta que un 40 por ciento de los bienes tecnológicos del Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene más de 10 años de antigüedad.

A pesar de que entre 2010 y 2017 la inversión creció un 17 por ciento seguimos por debajo de la OCDE en 5 de las 6 modalidades de tecnología analizada, ha aseverado Cristina Herrero, presidenta de la Airef, que también ha destacado las importantes diferencias que hay en este punto entre CCAA. Así, comunidades como Galicia, Aragón, La Rioja y Castilla-La Mancha cuentan con porcentajes de obsolescencia superiores al 50 por ciento, y, en algún caso, al 70 por ciento.

Para hacer frente a esta situación, la Airef estima que "la renovación de equipos públicos cuya antigüedad excede de su vida útil, teniendo en cuenta su grado de utilización (intensidad de uso), habría supuesto en 2019 una necesidad de inversión para el SNS de entre los 243 y los 356 millones de euros".

Esta cifra habría que sumarla a la inversión necesaria para llegar "a los niveles de dotación por millón de habitantes de la media de los países de la OCDE teniendo en cuenta el grado de utilización de los equipos". Este aspecto concreto "habría supuesto en 2018 una necesidad de inversión para el SNS de entre 203 y 282 millones de euros, o de entre 313 y 437 millones de euros si se pretende converger hacia los niveles medios de dotación de equipos de los países de Europa occidental". En total, atendiendo a las necesidades de renovación y ampliación del parque de equipos, la inversión calculada por la Airef para salir de la obsolescencia es "de 608 millones de euros en estos dos años".

Estrategia objetiva de planificación de compra

Otro de los aspectos mejorables que en este sentido percibe la Airef tiene que ver con el uso del equipamiento ya disponible. Herrero señala que no se están utilizando a pleno rendimiento los equipos con los que contamos y hay una falta de planificación para priorizar las necesidades de compra.

Para este punto, el documento aboga por establecer un sistema objetivo que determine las necesidades en cuanto a incorporación de nuevas tecnologías sanitarias: Es necesaria la implantación de modelos/algoritmos para sistematizar, objetivar y priorizar la toma de decisiones de adquisición y renovación de equipos.

Herrero ha subrayado que la tecnología sanitaria es imprescindible para una sanidad de calidad. Es fundamental para generar confianza en el paciente. Además, un correcto uso y dotación permiten ahorros presupuestarios.

Finalmente, en un plano más transversal, la Airef recomienda avanzar en la transformación digital del sistema sanitario público, adoptando y desarrollando sistemas de información integrados e interoperables que permitan la trazabilidad completa de los procesos, faciliten el trabajo en red y la integración e intercambio de información entre los servicios clínicos, centros hospitalarios y servicios de salud.

Fuente: Redacción Médica