(Buenos Aires).- La organización Buena Vida impulsó una iniciativa de concientización sobre la enfermedad con la que conviven miles de argentinos y que se puede curar en más del 95% de los casos, en pocas semanas y prácticamente sin efectos adversos. En este contexto, del 8 al 17 de abril en ciudades de varias provincias, se realizarán diagnósticos en hospitales y centros de atención primaria

Se estima que 3,5 millones de personas viven con hepatitis C en la región, y aproximadamente 325 mil padecen la enfermedad en la Argentina. A diferencia de muchas otras enfermedades crónicas y graves, ésta se puede curar en más del 95% de los casos, en pocas semanas y prácticamente sin efectos adversos. Por eso, no es impensable la posibilidad de ganarle definitivamente a este virus.

El gran problema de la hepatitis C en nuestro país está dado por el enorme grado de subdiagnóstico de la enfermedad. Cientos de miles no saben que tienen el virus, sostuvo Rubén Cantelmi, presidente de la asociación Buena Vida.

De este modo, la organización Buena Vida -que ayuda a pacientes con enfermedades del hígado- lanzó una campaña nacional de detección de hepatitis C y, como primera acción, invita a la comunidad a realizarse testeos gratuitos en el Centro Odontológico Boca-Barracas del Hospital Argerich, del lunes 8 al viernes 12 de abril de 9 a 13. El lunes 15 de abril habrá detecciones en el CeSAC Nº 9 (Irala 1254); el martes será en el CeSAC Nº 41 (Ministro Brin 843) y el miércoles 17 de abril, en el CeSAC Nº 15 (Humberto 1º 470).

En el caso de que la persona porte el virus, pero no se lo diagnostique y no se trate, con el tiempo va avanzando el daño sobre el hígado y aumenta el riesgo de desarrollar cirrosis, insuficiencia hepática, cáncer de hígado y necesitar un trasplante. "Por el contrario, una vez que se llega al diagnóstico, en nuestro país contamos con medicamentos que curan a más del 98 por ciento de los pacientes, cualquiera sea el genotipo del virus que presenten, y cada vez en menos tiempo, algunos en solo ocho semanas", agregó Guillermo Tsariktsian, coordinador de Hepatología del Hospital Cosme Argerich y miembro de la asociación Buena Vida.

Buena Vida lleva más de 6 años impulsando iniciativas de concientización, formando grupos de apoyo en hospitales públicos y asesorando a los pacientes en todo el proceso desde que se diagnostican hasta que logran curarse. Como parte de su misión de contribuir a la concientización y eliminación de la hepatitis C en el país, realizará múltiples jornadas de detección en la Ciudad de Buenos Aires, Villa Gesell, Mar del Plata, Mendoza, San Juan, Santa Fe y Córdoba, entre otros puntos del país.

La asociación irá compartiendo en redes sociales y en su sitio web el calendario de jornadas de detección gratuita en cada localidad, para invitar a que la gente se acerque y se haga el estudio. "En todos los casos, trabajarán codo a codo con el equipo médico correspondiente de cada hospital adonde harán los análisis, para que -tras el diagnóstico- ellos puedan hacer un seguimiento de los pacientes que den positivo y los traten para curarlos lo antes posible", refirió Claudio Ronchi, bioquímico de Buena Vida, quien está a cargo de los testeos.

El objetivo es concretar durante el 2019 cerca de 5 mil testeos gratuitos. Por eso, invitan a todos los adultos mayores de 35 años a que se realicen el test de la hepatitis C al menos una vez en la vida. Es un análisis sencillo, rápido y gratuito. Una oportunidad inmejorable es acercándose a los sitios donde dispondrán de profesionales idóneos para realizar los análisis que brindan resultados en 20 minutos, y asesorarán con información sobre cómo prevenir el contagio de este virus y el camino que hay que recorrer una vez diagnosticado.

"Otro gran desafío que tenemos es que vuelvan al médico todos aquellos que alguna vez fueron diagnosticados con el virus, pero que andan por la vida sin preocuparse por la salud de su hígado, porque no tienen ningún síntoma. Sabemos que son muchos y es fundamental que no dejen pasar más tiempo. Hoy se pueden curar y, cuanto antes lo hagan, más chances tendrán de no ver comprometida su salud futura", remarcó Tsariktsian.

Este virus se contagia por sangre contaminada y, fundamentalmente, los contagios sucedieron antes de que el virus fuera identificado en 1992 o antes de que se tomaran todas las medidas adecuadas de esterilización en centros de donación de sangre, centros médicos, odontológicos, locales de realización de tatuajes o tratamientos de belleza como pedicuría o manicura, entre otras; afortunadamente, hoy es menos frecuente el contagio.

La gran mayoría de las personas se diagnostica por casualidad ante un chequeo de rutina o una donación de sangre para algún familiar. Rara vez pueden identificar en qué contexto contrajeron el virus, porque todos estuvimos expuestos a algún tratamiento de conducto o donamos sangre o fuimos sometidos a alguna cirugía y quizás allí hubo algún descuido en términos de esterilización del instrumental sanitario. Compartir jeringas o elementos cortantes de higiene personal también son potenciales vías de contagio.

La Organización Mundial de la Salud ha planteado a los países el desafío de eliminar el virus para 2030. Desde Buena Vida, reconocen que es una misión ambiciosa, pero harán todo lo que esté a su alcance para contribuir a que nuestro país se acerque todo lo posible al objetivo y entienden que la detección es la clave, "porque siendo una enfermedad que durante muchos años no duele ni da síntomas, hay que salir a buscar a los pacientes a través de campañas".

La hepatitis C es una infección causada por el virus del mismo nombre (HCV). Este virus fue descubierto a fines de la década del 80 y según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se estima que en el mundo viven 71 millones de personas con infección crónica a causa de esta enfermedad. Entre ellos, un número considerable, desarrollará cirrosis o cáncer de hígado.

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