(Bogotá).- El desconocimiento sobre investigación clínica, cómo se realiza y las demoras en los tiempos de aprobación por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), es lo que ha llevado al país a reducir su participación en procesos de investigación clínica.

Así lo afirma el médico ginecobstetra, Carlos Pérez, ex presidente de la ACIC (Asociación Colombiana de Centros de Investigación Clínica) y actual miembro del Concejo Asesor de la junta directiva de ACIC.

“Colombia cuenta con profesionales en investigación altamente calificados, tiene 121 centros de investigación que cumplen con los más altos estándares de calidad para realizar trabajos de investigación y aportar a la salud y bienestar de la humanidad. Además, el país cuenta con guías de buenas prácticas. Tenemos todas las condiciones para que Colombia sea un país líder en investigación clínica”, pero factores como los citados, han provocado un reversazo en ese sentido.

Hacia el 2013 se lograron los mejores resultados en investigación clínica para el país; los 127 centros de investigación que existían entonces en Colombia contaban con casi 1 estudio clínico en promedio cada uno y el país logró el 0,05% de participación en el mercado mundial de investigación clínica y un total de 13.743 pacientes se beneficiaron participando en estudios clínicos para necesidades médicas insatisfechas.

“Pero hoy en día las cifras dejan ver que Colombia ha perdido competitividad en materia de Investigación Clínica. El país ocupa el quinto lugar en Latinoamérica —después de Brasil, México, Argentina y Chile— y solo recibe el 0.04% de los estudios globales; al punto que solo se realizan 27 estudios clínicos al año, lo cual significa una reducción del 73% respecto a lo logrado en 2014”, señala el médico especialista al advertir que para el 2017 sólo se beneficiaron 7.525 pacientes.

Probar los medicamentos
Para el doctor Pérez es importante primero desmitificar y hacer claridad entre la gente sobre lo que es una investigación clínica y cómo se puede participar en ella. “Hizo carrera eso de que se somete a la gente como conejillos de indias y eso no es cierto. De lo que se trata es que en todas partes del mundo los medicamentos deben ser probados en seres humanos en los cinco continentes porque se requiere experimentar en 10 mil personas antes de garantizar su efectividad y así pasar todas las pruebas necesarias para salir al mercado”.

La investigación clínica hace referencia a los estudios que involucran a seres humanos.

Se realiza bajo estrictos protocolos científicos, técnicos, humanos y éticos con el objetivo de descubrir, probar y comprobar la calidad, eficacia y seguridad de nuevos medicamentos o los nuevos usos, formas y dosis de medicamentos ya existentes.

En la historia de la medicina los aportes de la investigación y el desarrollo han transformado la vida de millones de personas a nivel mundial y han logrado incrementar la expectativa y calidad de vida, al encontrar la cura para enfermedades tan serias como el polio y la tuberculosis.

Adicionalmente en Colombia el Invima demora hasta dos años para dar vía libre a una investigación clínica cuando en la mayoría de países no tarda ni los seis meses y no se le brinda oportunidad a la industria farmacéutica privada de patrocinar la investigación clínica.

“Hoy por hoy el país cuenta con un sistema de salud ranqueado en el puesto 22 de 191 países por la Organización Mundial de la Salud y 21 de los 43 hospitales más importantes en Latinoamérica se encuentran en Colombia. Ahora, el reto para el país es recuperar su competitividad y llegar a cifras conmemorativas, como: alcanzar un total de 200 estudios clínicos para el año 2020; lograr generar alrededor de US$500 millones en inversión extranjera directa recuperando la competitividad en investigación clínica”, señaló el asesor de la ACIC.

Cabe recordar que Estados Unidos cuenta con 9.253 estudios clínicos en proceso; Europa, con 6.315, mientras que en Colombia tenemos apenas 106 investigaciones andando.2 Con la Investigación clínica, los pacientes tienen la posibilidad de tener acceso oportuno a tratamientos innovadores y de calidad; así como aumentar y mejorar la base del conocimiento médico e incrementar la inversión extranjera directa y generar empleos de alto impacto.

Fuente: Opinión y Salud