(Buenos Aires).- Así como la sexualidad constituye una parte fundamental de los seres humanos, el derecho a la salud sexual y el derecho a la salud reproductiva también son una parte fundamental del derecho a la salud e involucran a todos los derechos humanos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es el estado de bienestar físico, mental y social relacionado con la sexualidad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de 1 millón de personas en el mundo contraen alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS). Siguiendo a la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, la infección por clamidia, la sífilis, la gonorrea, la tricomoniasis, la Hepatitis B y el virus del herpes son algunas de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes y se estima que más de 500 millones de personas son portadoras del virus del VIH y 300 millones de mujeres del virus del papiloma humano (HPV), siendo esta última una de las ETS más comunes.

Estas enfermedades pueden ocasionar graves problemas en la salud de las personas. En la mayoría de los casos, las ETS son asintomáticas o se acompañan de síntomas leves que no siempre permiten diagnosticar la enfermedad, explica la profesional y agrega que los síntomas comunes pueden incluir alteraciones en el flujo vaginal, secreción o ardor uretral en los hombres, úlceras genitales y dolor abdominal.

¿Cómo se pueden prevenir estas enfermedades?

Las enfermedades de transmisión sexual se pueden transmitir a través del contacto sexual -vaginal, oral y/o anal-, por medio de transfusiones de sangre o productos sanguíneos, pero también pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto. En este sentido, según datos de la OMS, más de 988.000 mujeres embarazadas contrajeron sífilis, lo cual causó alrededor de 200.000 muertes del feto y/o recién nacido.

Como medidas preventivas primarias, se debe dar educación sexual integral en las escuelas, adaptada a las necesidades de los adolescentes en cada etapa de su vida, asesoramiento sobre prácticas sexuales seguras, promoción del uso de métodos anticonceptivos y preservativos- uno de los métodos de protección más eficaces contra las ETS- y educación y tratamiento a aquellas personas que consumen drogas, principalmente a aquellas que se inyectan y comparten agujas u otros elementos usados para el consumo, explica la Directora Médica Nacional de OSPEDYC.

Por otro lado, hoy en día existen vacunas seguras y eficaces para prevenir el virus de la Hepatitis B y el del papiloma humano (HPV). En este sentido, la vacuna del HPV fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación y se recomienda su aplicación a todas las niñas que tengan 11 años y hayan nacido a partir del año 2000 y a varones de la misma edad nacidos a partir del año 2006, con el propósito de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino (CCU) y prevenir otras lesiones producidas por esta enfermedad.

La vacuna de la Hepatitis B también está incluida en el calendario y la primera dosis debe aplicarse a todos los recién nacidos en las primeras 12 horas de vida, para luego continuar con la vacuna pentavalente o quíntuple. Asimismo, la Dra. El Haj recomienda que los adultos también inicien o completen el esquema de vacunación.