(Barcelona).- La multinacional catalana Grifols prevé prácticamente duplicar su capacidad de obtención de plasma en algo más de un lustro.
Si en 2015 contaba 160 centros de extracción, el pasado año contaba con 190 y para 2023 llegará a las 325 instalaciones donde conseguir la materia prima para fabricar sus dereivados plasmáticos, según avanzó ayer la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras la reciente incorporación de 35 centros de extracción procedentes de adquisición de la alemana Haema, la empresa dispone actualmente de 225 instalaciones. De esas, 190 están ubicadas en EE UU, prácticamente el único país en el mundo donde hasta ahora Grifols ha obtenido la sangre para elaborar sus productos. En ese país, está permitido el pago por la extracción y también la exportación del plasma a otros países.
La compañía catalana no ha comunicado la inversión que destinará a la apertura o adquisiciones de los centros.
El objetivo de Grifols es que estos 325 centros estén en otras ubicaciones. 240 estarán en Estados Unidos, 48 en Europa y los 37 restantes en una localización que está aún por determinar.
La multinacional también cerró recientemente un acuerdo con la compañía Boya Bio-Pharmaceutical para la construcción y gestión de centros de donación de plasma en China, un proyecto que cuenta con una inversión de 50 millones de euros.
Hasta el momento, Grifols obtenía prácticamente todo el plasma de Estados Unidos, si bien la adquisición de la alemana Haema le permitirá proveerse también de plasma europeo.
En el plan de inversiones en activos productivos de Grifols anunciado en 2016 y hasta 2020, la compañía avanzó que invertiría 1.200 millones de euros en ampliar su capacidad productiva. De esos, 300 millones estaban ya destinados al aumento del número de centros, fundamentalmente en EE UU.
La empresa también avanzó ayer que su capacidad de fraccionamiento de la materia prima en su actividad productiva pasará de 14,8 millones de litros actuales hasta los 19 millones en 2023.
Fuente: Cinco Días
