(Madrid).- Una segunda sentencia en Estados Unidos que condena a Bayer por la presunta implicación de un herbicida en otro caso de cáncer provoca la desbandada de los inversores, que temen una oleada de denuncias. Bayer defiende que el glifosato "no provoca cáncer". La cotización de Bayer agrava el descalabro sufrido en los últimos meses.

Hace menos de un año, el pasado mes de junio, sus acciones se mantenían por encima de la barrera de los 100 euros. En la sesión de hoy ven peligrar incluso el nivel de los 60 euros, con un descalabro próximo al 40% en los nueve últimos meses.

Sólo en la sesión de hoy las acciones de Bayer se desploman hasta un 12%. Esta desbandada de los inversores provoca unas pérdidas en términos de capitalización bursátil de hasta 8.000 millones de euros. La compra en 2016 de la estadounidense Monsanto podría salir muy cara a Bayer, y no sólo por los 66.000 millones de dólares pagados para hacerse con su control. Bayer afronta un escenario en el que sus perspectivas económicas y financieras podrían verse eclipsadas por el impacto multimillonario de los litigios pendientes por el uso de herbicidas de Monsanto.

Las alertas se multiplican hoy al conocerse una segunda sentencia judicial en EEUU que condena a la empresa alemana a indemnizar a un afectado por cáncer por el uso de un herbicida elaborado a partir de glifosato. Los analistas destacan que esta segunda sentencia abre la puerta a miles de condenas contra la compañía. En el primer caso, el pasado año un jurado de EE.UU- determinó que Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que implicaba el uso del herbicida comercializado como Roundup, lo que consideró "un factor sustancial" en el cáncer que contrajo Dewayne Johnson, jardinero de profesión, por el uso continuado del glifosato durante años con motivo de su trabajo diario. La condena inicial contra la compañía, US$289 millones, se redujo después a US$78 millones.

 

El caso que desata el desplome sufrido hoy por Bayer amplía el alcance de la condena. A diferencia de Dewayne Johnson, Edwin Hardeman no estaba expuesto al glifosato por su actividad profesional. El veredicto publicado ayer en EE.UU-, el primero a nivel federal, considera que este herbicida fue un "factor sustancial" en el cáncer que contrajo Hardeman por su uso durante décadas para cuidar el jardín de su casa. A la espera de conocer el veredicto final del juicio, y de la posible indemnización que podría afrontar Bayer, los inversores se apresuran a deshacer posiciones en el gigante químico alemán ante el temor a una avalancha de nuevas condenas.

Más de 11.000 denuncias

Hace menos de un mes, con motivo de la presentación de los resultados de Bayer correspondientes a 2018, la empresa alemana reconoció que a finales de febrero acumulaba unas 11.200 denuncias por los efectos del herbicida de Monsanto.
El consejero delegado de la compañía, Werner Baumann, reconoció que toda la polémica sobre el glifosato ha impacto de lleno en la cotización del grupo, hundida cerca de un 30% el pasado año, pero insistió en la defensa del glifosato.

Según afirmó Baumann a finales de febrero, "el glifosato es un producto seguro; continuaremos defendiéndonos vigorosamente en todos los procedimientos", y recordó que numerosos estudios científicos y autoridades regulatorias independientes nunca han detectado ningún problema en 40 años. "Recientemente el Ministerio de Sanidad de Canadá revisó el producto y su conclusión no deja lugar a dudas: no hay regulación en el mundo que considere glifosato como un riesgo de cáncer en humanos".

No provoca cáncer

La compañía ha reaccionado también hoy al desplome que sufre en Bolsa con un comunicado enviado a la CNMV en el que defiende el uso del glifosato. La compañía asegura en su hecho relevante que "los herbicidas basados en el glifosato no provocan cáncer". Bayer añade en el comunicado enviado a la CNMV que el veredicto del jurado no es definitivo, que no comparte la tesis del jurado, y recuerda otros estudios científicos que niegan un efecto cancerígeno por el uso de estos herbicidas. Los veredictos conocidos en EE.UU-, sin embargo, cuestionan estas tesis, y extreman los recelos de los inversores.

En una declaración, los abogados del demandante agregaron que los debates ahora podrían centrarse en demostrar "que Monsanto no tuvo un enfoque responsable y objetivo sobre (la peligrosidad de) Roundup". "A Monsanto no le importa particularmente si su producto causa cáncer o no, prefiriendo manipular a la opinión pública y desacreditar a cualquier persona que plantee inquietudes legítimas" sobre el tema, aseguraron. "Estamos decepcionados" con este veredicto, respondió en tanto Bayer en un comunicado, que sufrió un segundo revés importante en unos pocos meses, un mal augurio para el grupo alemán que es objeto de miles de procedimientos similares solo en Estados Unidos.

En su declaración, Bayer reafirmó, como siempre ha hecho a pesar de la polémica en torno al glifosato, que "la ciencia confirma que los herbicidas con glifosato no causan cáncer". "Confiamos en que (la fase 2) demuestre que Monsanto se comportó de manera adecuada y que la compañía no debe ser considerada como responsable" del linfoma no Hodgkin (LNH) de Hardeman, quien demandó al gigante agroquímico en 2016.

Fuente: Estrategia y Negocios