(México).- En los 19 meses que van de pandemia, al menos 6 de cada 10 personas trabajadoras han padecido estrés laboral como consecuencia de las largas jornadas laborales en México. A las extenuantes jornadas se les suma una mayor carga laboral, falta de control sobre las tareas diarias, rotación de turnos sin periodos de descanso, interferencia en el equilibrio trabajo-familia y mala comunicación.
De acuerdo con el estudio Estrés laboral en México de la Asociación de Internet MX (AIMX), el 63% de la fuerza laboral del país ha sufrido estrés laboral durante la pandemia, el 23% de estas personas han padecido estrés durante todos los meses desde que se declaró la emergencia sanitaria y el 47% lo ha experimentado de manera ocasional.
Tras año y medio de pandemia, las empresas han adoptado nuevos esquemas laborales, lo que ha incrementado el estrés en colaboradores y superiores. Según la OMS, México es el país con mayor estrés laboral y un estudio de la Organización Internacional del Trabajo revela que 41% de las personas que trabaja en casa se sienten estresadas, expuso Sergio Porragas, vicepresidente de Capital Humano de la AIMX.
Otro dato relevante del estudio destaca que el estrés laboral es consecuencia de la falta de control en el puesto de trabajo, por ejemplo el 55% de los trabajadores señala que su jefe los busca fuera de horario para hacerles solicitudes, un 39% asegura que existe un aumento en la carga del trabajo cuando se está en casa, así mismo, el 32% de los encuestados sentencia que no termina sus tareas y continúa realizándolas fuera del horario.
Las afectaciones no solo se evidencian en la salud mental de los trabajadores, sino que han repercutido en afectaciones físicas como dolores de cabeza, cansancio constante, malestar estomacal, dolores musculares e incluso problemas dermatológicos. Del mismo modo, el impacto psicológico se refleja en una sensación de angustia, irritabilidad, ansiedad, falta de motivación, insomnio, falta de concentración y depresión.
El estrés laboral afecta más a las mujeres
No obstante, el impacto en la salud mental ha tenido un comportamiento variable según algunos factores, como por ejemplo el sexo: el 65% de las mujeres ha padecido estrés laboral contra un 61% de los hombres. Los niveles también son más elevados entre los grupos con mayor formación y entre los jóvenes-adultos. Las mismas variaciones se presentan con el estrés crónico: el 20% de los trabajadores masculinos ha padecido estrés laboral en estas dimensiones, mientras que en las mujeres trabajadores esta cifra se eleva al 26%.
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Desafortunadamente el estudio muestra que el 50% de las empresas no realiza ninguna acción para reducir el estrés en su talento humano. Pero el estrés no está solamente ligado a la carga laboral, sino que el 50% de los trabajadores afirma que parte de su estrés está ligado al temor a perder el empleo, otro 42% señala que se debe al miedo a contagiarse al acudir a la oficina y un 34% dice que es por la necesidad de obtener ingresos.
Este porcentaje se respalda en los resultados del Barómetro de Confianza de Edelman que identificó que el 67% de la fuerza laboral de México le teme más a perder su empleo que a contagiarse de coronavirus. Jorge Gutiérrez, especialista de la consultora Kaysa coincide en que el contexto actual incrementa el temor a perder el empleo e incluso, las personas quieren conservar su trabajo para enfrentar la enfermedad si llegaran a contagiarse. Pero este panorama puede dar pie a que se presenten más afectaciones a la salud mental de la fuerza laboral.
Desafortunadamente se presta a que, algunos empleadores puedan ejercer mayor exigencia más allá de lo que debiera tener para estos momentos, concluye Gutierrez.
Fuente: Consultor
