(Buenos Aires).- En Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ofrece en su página web una lista actualizada de los reactivos de uso in vitro autorizados en el marco de la emergencia sanitaria. Actualmente figuran en esa lista unos cien reactivos para diagnóstico molecular (en su amplia mayoría mediante Real time RT-PCR), veinticinco ensayos de detección de antígenos virales y más de cien kits de pruebas serológicas divididos en dos categorías: test rápidos e inmunoensayos convencionales de tipo enzimoinmunoanálisis de adsorción o ELISA, ELFA(Ensayo enzimático ligado a fluorescencia), quimioluminiscencia (CLIA) y electroquimioluminiscencia (ECLIA).

En los últimos meses, la aparición de nuevas variantes del virus, el desarrollo de las vacunas y las nuevas opciones terapéuticas se han convertido en las principales variables que llevaron a redefinir la utilidad de las pruebas de laboratorio ya existentes y han obligado a la industria a diseñar nuevos ensayos.

Pruebas serológicas

Respecto a las pruebas serológicas, los primeros ensayos fueron desarrollados con el fin de identificar aquellos individuos infectados previamente con el virus. Estas pruebas son útiles en los estudios de seroprevalencia poblacional y para el diagnóstico retrospectivo de aquellos individuos con sospecha diagnóstica clínica/infectológica de COVID-19 y RT-PCR negativa. Son ensayos, mayoritariamente, de tipo cualitativo/semicuantitativo y suelen estar validados contra resultados de RT-PCR como prueba gold standard. Pueden detectar anticuerpos de unión dirigidos contra la proteína de la nucleocápside (N), la espícula (S) o contra el dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína S.

Se ha demostrado que los anticuerpos anti-S (particularmente los anti-RBD de la proteína S1, aunque no exclusivamente) son capaces de neutralizar el virus bloqueando la unión del RBD a los receptores ACE2 humanos y, por lo tanto, la entrada del virus en las células hospedadoras.

Las vacunas se han desarrollado con el propósito de inducir la mayor cantidad de anticuerpos neutralizantes (y potencialmente protectores) específicos contra la proteína S (dominio RBD) del virus. En este contexto, cobran relevancia y utilidad los ensayos cuantitativos de anticuerpos neutralizantes contra SARS-CoV-2. Estos permitirán no sólo evaluar la respuesta a la vacunación sino también la duración de la misma y el umbral de protección. También permiten seleccionar donantes de plasma de convaleciente en búsqueda de mejorar las dosis y el efecto terapéutico.

Ensayos cuantitativos de anticuerpos neutralizantes

Los ensayos cuantitativos de anticuerpos neutralizantes se caracterizan por estar validados contra pruebas de neutralización funcional (gold standard) y miden anticuerpos de tipo IgG o totales. La mayoría de los kits disponibles aplican a las principales plataformas automatizadas de inmunoensayos por CLIA y ECLIA con la ventaja de procesar grandes volúmenes de muestras rápidamente y de forma continua. En general estos métodos se describen con una especificidad mayor al 99% y una sensibilidad de entre 95 y 99%, 14 días después de la prueba de RT-PCR positiva. Aquellos laboratorios que no dispongan de este tipo de equipamiento pueden optar por ensayos de ELISA. Algunas publicaciones han demostrado el desempeño satisfactorio de varios de estos kits respecto de los ensayos funcionales de neutralización y en comparativas con otros ensayos automatizados.

En cuanto a los test rápidos inmunocromatográficos, si bien hay algunos que detectan anticuerpos anti-S exclusivamente, su diseño no es apto para establecer la capacidad neutralizante de los mismos, son cualitativos y sólo tendrían utilidad para estudios de seroprevalencia en poblaciones definidas.

Armonización de resultados

Actualmente, las expectativas referidas a los ensayos cuantitativos de anticuerpos neutralizantes son grandes y hay aún mucho trabajo por hacer respecto de la armonización de resultados y unidades entre las diferentes marcas y plataformas. Algunos estudios comparativos establecieron buena correlación general entre distintos métodos aunque los valores obtenidos en las diversas plataformas no fueron intercambiables, incluso cuando se aplicó el factor de conversión del estándar internacional de anti-SARS-CoV-2 con referencia a anticuerpos neutralizantes (NIBSC 20/136) introducido por la OMS recientemente.

Sin dudas los Laboratorios de análisis clínicos seguirán siendo una herramienta fundamental en el diagnóstico y seguimiento de COVID-19 y en la evaluación de la inmunogenicidad y eficiencia de las vacunas contra el SARS-CoV-2. La aparición de nuevas vacunas y variantes virales nos obligará a la revisión periódica de las metodologías implementadas y seremos nosotros, los profesionales bioquímicos, los responsables de ofrecer recursos válidos y el asesoramiento adecuado en este contexto de continuos cambios.

Por Dra.Luciana Eidenson | Bioquímica, Jefa del Departamento de Inmunología - Laboratorio IACA

Fuente: FABA Informa