(Buenos Aires).- Como cada año, Fores e IDEA entregaron el Premio a la Excelencia Judicial, con el que se destaca a los equipos de trabajo, y no tan sólo a los jueces, que se distinguen por su actitud de servicio en los fueros nacionales.

En esta decimocuarta edición consecutiva, el reconocimiento fue para el Juzgado Civil y Comercial Federal Nº 6, a cargo del juez Francisco de Asís L. Soto y el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 10, a cargo de los jueces Alejandro Becerra, Silvia Mora y Guillermo Yacobucci, en el que también fue mencionado el doctor Jorge Bustelo, que integró ese tribunal hasta hace poco. El jurado resaltó en el Tribunal Oral el nivel de independencia con que actúan los magistrados y la excelente calidad de los fallos. En cuanto al Juzgado Civil y Comercial, además de su independencia, se destacó su compromiso con la celeridad de los procedimientos y la abierta recepción de los planteos de las partes y las respuestas fundadas.

Hay mucho por hacer por la Justicia, por su independencia y la eficiencia en su gestión. En esa línea, el presidente de Fores, Diego César Bunge, destacó que la entidad ha puesto a disposición de todas las fuerzas políticas la Agenda Anotada de la Justicia Argentina 2015-2020 que contiene propuestas concretas para una reforma que, necesariamente, debe ser integral y que fue elaborada a partir de talleres en los que participaron muchos jueces, organizaciones y ciudadanos durante más de un año. Por esa razón es tan valioso que la sociedad distinga a quienes, a pesar de todos los condicionamientos, se empeñan por cumplir tan delicada misión un poco mejor cada día. Sin un fuerte liderazgo de jueces convencidos de que es posible una justicia eficiente y confiable, de poco valen los esfuerzos de los gobiernos y de la comunidad.

La distinción es el resultado de un minucioso trabajo de campo que aplica indicadores de productividad y calidad de servicio, que se pone a consideración de un jurado de distinguidas personalidades del ámbito de la cultura, la comunicación, la empresa, el deporte y las organizaciones sociales.

Los jueces galardonados coincidieron en resaltar la actitud de servicio y el trabajo en equipo como principios fundamentales de su gestión.

El joven jugador de rugby Alberto " Tuti" Porolli, al hablar en representación del jurado, conmovió a los asistentes al comparar la trascendencia de la función de los jueces en tanto guardianes de las normas de convivencia con lo que ocurre en el ámbito de su deporte. "No nos interesa ganar si para eso tenemos que violar las reglas de juego", dijo. En esa tan simple y sabia comparación se cifra buena parte de nuestro desafío como sociedad: convivir con reglas de juego razonables, predecibles y que se cumplan, con la sociedad como vigía y los jueces como garantes últimos de que la Constitución, que contiene nuestras "reglas de juego", no sea letra muerta.

Fuente: La Nación