(Madrid).- ¡Cuidado con lo que se come! Cada vez está más claro que se debe leer cuidadosamente el etiquetado de los alimentos que vamos a consumir porque, según un estudio que se publica en «Plos Medicine», tomar alimentos con una menor calidad nutricional, como así se recoge en sus etiquetas, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

El informe, realizado por Mélanie Deschasaux, del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica-INSERM (París), en asociación con el OMS-IARC, sugiere el enorme potencial que puede tener el etiquetado de los alimentos basados en las guías nutricionales para promover el consumo de alimentos saludables en entornos europeos.

Ayudar a los consumidores a elegir alimentos más saludables es un desafío en la prevención del cáncer y otras enfermedades crónicas. Las autoridades europeas están considerando implementar una etiqueta nutricional única, es decir, como un sistema que refleje la calidad nutricional de los productos alimenticios, entre los que se encuentra el Nutri-Score de cinco colores derivado de la FSAm-NPS, utilizado en Francia y respaldado recientemente por las autoridades belgas.

Hasta ahora se ha estudiado el consumo de alimentos con puntajes altos / bajos en esta escala FSAm-NPS en el riesgo de cáncer en cohortes nacionales y regionales, pero no se ha caracterizado en diversas poblaciones europeas.

Los resultados mostraron que una menor calidad nutricional de los alimentos consumidos se asoció con un mayor riesgo de cáncer
Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los datos de 471.495 adultos residentes en ocho países del viejo continente –España, Alemania, Dinamarca, Grecia, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia–, que participaban en la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (Estudio EPIC).

En su estudio, Deschasaux y sus colegas analizaron los datos de ingesta de alimentos de 471.495 adultos que participaban en la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (Estudio EPIC), entre los que había 49.794 casos de cáncer- 12.063 de mama; 6.745 de próstata y 5.806 de colon-recto). Los investigadores asignaron a la dieta de cada participante un índice dietético FSAm-NPS.

Los resultados mostraron que una menor calidad nutricional de los alimentos consumidos se asoció con un mayor riesgo de cáncer total y de colon-recto, tracto aerodigestivo superior y estómago, pulmón para hombres, y de mama, de hígado y posmenopáusica para mujeres, más específicamente.

Los autores concluyen: «Los datos respaldan la relevancia del FSAm-NPS como sistema de perfil de nutrientes subyacente para las etiquetas nutricionales del frente del paquete, así como para otras medidas nutricionales de salud pública».

¿Qué dicen las etiquetas?
Las etiquetas de los almimentos deben indicar, entre otras cosas, la denominación del alimento, la lista de ingredientes y aquellos que puedan causar alergia o intolerancia y se utilicen en la fabricación o elaboración del alimento, la fecha de duración mínima o la fecha de caducidad, las condiciones especiales de conservación y de utilización, el nombre o la razón social y la dirección del operador de la empresa alimentaria, el país de origen o lugar de procedencia, o el grado alcohólico en las bebidas con una graduación superior en volumen al 1,2%.

Pero, también y quizás no menos importante, el valor energético. Es decir, la cantidad de grasas, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal .