(Madrid).- Los medicamentos desarrollados a partir de la Medicina de Precisión van a ser los "protagonistas del futuro", de hecho, según un informe de Farmaindustria, más de la mitad de los fármacos que se van a desarrollar en los próximos años van a ser de este tipo. En la última década, "el número de medicamentos de precisión comercializados crece un 50 por ciento de media anual, desde los cinco de 2008 a los 132 de 2016. Y hay cerca de 1.100 en investigación en distintas fases de desarrollo clínico", apunta el informe.

Para Farmaindustria, la Medicina de Precisión, entre otros avances, "mejora la eficacia al tratamiento ya que identifica previamente a los pacientes que responderán adecuadamente a cada terapia, mejorando los niveles de efectividad en comparación con los fármacos convencionales, más antiguos, que van dirigidos a poblaciones grandes y diversas". Estos medicamentos personalizados consiguen que cada paciente reciba el tratamiento más adecuado mediante la identificación de biomarcadores.

El coste de la innovación farmacéutica

El coste medio del desarrollo de un fármaco es de 2.400 millones de euros

En el análisis de la organización se recogen algunos de los logros recientes de esta clase de fármacos: Un claro ejemplo de este nuevo modelo es la identificación de mutaciones para el cáncer de pulmón, que permiten luego aplicar la Medicina de Precisión. En la actualidad se han identificado hasta 12 mutaciones genéticas clínicamente relevantes en pacientes con adenocarcinoma pulmonar. La evolución de la caracterización molecular y las terapias dirigidas han permitido reducir un 37 por ciento la tasa media de mortalidad del cáncer de pulmón desde 1980.

En el informe de Farmaindustria también se recoge el esfuerzo que hace la industria farmacéutica para desarrollar medicamentos innovadores. La inversión de este sector en innovación en todo el mundo cada año es de más de 132.000 millones de euros. Cuando un medicamento llega al paciente, han transcurrido de media "entre 10 y 12 años", consumidos en las distintas fases del proceso de investigación y desarrollo. Este trayecto requiere un "esfuerzo económico de alrededor de 2.400 millones de euros" y genera un gran riesgo de fracaso: sólo una de cada 10.000 moléculas que se empieza a investigar termina convertida en un tratamiento disponible para los pacientes.

Fuente: Redacción Médica