(París).- La Corte de Casación de Francia abrió la vía ayer a que se detenga el tratamiento que mantiene con vida a Vincent Lambert, un paciente en estado vegetativo convertido en símbolo del debate sobre la "muerte digna" en Francia.

Lambert podría haber muerto en septiembre de 2008, cuando un accidente de tránsito dejó a este enfermero psiquiátrico tetrapléjico y en estado vegetativo. A pesar de su gravísimo estado, en un primer momento, su supervivencia llevó alivio a su familia. Vincent solo tenía 32 años y acababa de nacer su primera hija, apenas dos meses antes del accidente.

El padre de Lambert junto a su abogado hablan con la prensa luego de conocer la decisión de la Corte de Casación francesa. El padre de Lambert junto a su abogado hablan con la prensa luego de conocer la decisión de la Corte de Casación francesa. Fuente: AFP

Vivana la madre de Vincent Lambert llega al hospital donde su hijo está internado desde 2008. Vivana la madre de Vincent Lambert llega al hospital donde su hijo está internado desde 2008. Ahora Lambert tiene 42 años y está en estado vegetativo irreversible, y su familia está dividida sobre si debían mantenerlo con vida.

El caso desencadenó un debate nacional en Francia acerca de la eutanasia o muerte digna. El caso Lambert tomó relevancia en la vida pública francesa, a tal punto que hasta el presidente Emmanuel Macron tuvo que pronunciarse sobre el caso cuando los padres de Lambert solicitaron su intervención a través de una carta.

Esto pone un punto definitivo al asunto, dijo Patrice Spinosi, abogado de la esposa de Lambert, Rachel, que estimaba que lo más humano era dejar morir a su esposo. No hay otro recurso posible porque no hay más jueces a los que apelar, añadió el abogado. El fallo revoca una decisión de un tribunal parisino que el mes pasado ordenó que se volvieran a colocar las sondas de alimentación e hidratación de Lambert, apenas unas horas después de que los médicos comenzaran a desconectar el soporte vital. El Tribunal de Casación no consideró los argumentos a favor o en contra de mantener vivo a Lambert, sino solo la cuestión de si el tribunal de primera instancia era competente para pronunciarse sobre el caso.

En la decisión de hoy estimó que el tribunal de apelación no era competente y su fallo es definitivo.

El caso ha llevado a la familia Lambert a los principales tribunales de Francia y Europa. Los padres de Lambert, que son católicos devotos, luchaban por mantener su tratamiento. Pero su esposa, junto con los médicos, seis de sus hermanos y un sobrino esperaban que la decisión de hoy pusiera fin a esta batalla legal. Los abogados de los padres amenazan ahora con acusar cargos de "asesinato" a los doctores si detienen su soporte vital..

La ley en Francia y el caso

La ley francesa no permite la eutanasia, pero sí que los cuidados médicos no se prolonguen con una "obstinación irrazonable". En ausencia de unas "directivas anticipadas" o testamento vital, los médicos "deben recoger los testimonios de la persona de confianza o, en su defecto, cualquier otro testimonio de la familia o de sus próximos". Lo que hace de Lambert un caso excepcional que está destapando lagunas de la normativa -como que no establece una jerarquía testimonial- es la división de una familia donde las convicciones religiosas pronto provocaron fisuras.

La esposa, Rachel Lambert, que se declara católica, pero no muy practicante, asegura que Vincent decía que no habría querido vivir así. La apoyan seis de los nueve hermanos de Vincent, así como un sobrino, François Lambert. Mi tío confesó que le angustiaba acabar como un vegetal, dijo. Es el mismo término que utiliza Rachel Lambert en Vincent, porque lo amo, quiero dejarlo partir, un libro sobre su batalla legal. No quería quedar como un vegetal, insiste.

Muchos esperan que el caso haga evolucionar la legislación y establezca, como en Bélgica, una jerarquía de decisiones. El diputado Olivier Falorni anunció una propuesta de ley para jerarquizar a los familiares. Según Falorni, la voz que debe primar es la de la persona de confianza designada por el paciente. Si no la hay, la decisión la tomará el cónyuge o compañero sentimental. Si tampoco hay uno, serán los hijos mayores de edad, después sus padres y, finalmente, sus hermanos y hermanas mayores de edad, señaló. Con esta ley, no habría habido un caso como el de Lambert.

Fuente: La Nación