(Madrid).- Durante el último congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED) Colin Dayan, del Grupo de Diabetes y Autoinmunidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), ofreció la conferencia inaugural abordando el uso de la inmunoterapia en diabetes tipo 1 (DT1).

El experto explicó que la DT1 es una enfermedad “más autoinmune más que metabólica” y expuso los riesgos y ventajas de tratarla con inmunoterapia en lugar de insulina.

Anticiparse a la enfermedad

Esta alternativa supone una opción prometedora para los pacientes con diabetes Tipo 1, enfermedad que registra más incidencia en la infancia que en la edad adulta. En cuanto a su abordaje terapéutico, María José Picón, vicepresidenta 1ª de la SED, presidenta del Comité Científico del Congreso y facultativo de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria (Málaga), explica que la DT1 para los diabetólogos ha sido una enfermedad en la que el tratamiento ha radicado en una terapia hormonal sustitutiva; es decir, cuando el paciente pierde la capacidad de producir una hormona, se sustituye de la mejor manera fisiológica posible.

Pero, coincidiendo con lo expuesto por Dayan en su conferencia, Picón apunta que se estaba mirando hacia un horizonte que probablemente no era el correcto, ya que estamos ante una enfermedad autoinmune, y al plantear por qué se perdía la capacidad de producir insulina, nos planteábamos hace tiempo porque los estudios sobre inmunología no habían llegado a buen puerto. Afortunadamente, precisa la experta, “ahora se conocen mejor las vías inmunológicas por las que una persona pierde la capacidad de producir insulina. Estamos en una era espectacular en la que en este tipo de diabetes no sólo miramos hacia el tratamiento, sino a la prevención, porque conocemos un poco más de cómo se destruye la célula beta pancreática; esto ha permitido contar con algún fármaco, no en el mercado europeo, pero si en el americano, que permite retrasar o paliar el tratamiento y la inestabilidad para estos pacientes, desarrolla Picón.

Y es que, el uso de este tratamiento se plantea para fases precoces, antes de que la enfermedad llegue a desarrollarse y ser clínica. La DT1 la conocemos desde que el paciente tiene elevación de los niveles de glucosa, pero hay unas etapas previas, la fase 1 y la fase 2 en las que el paciente no ha elevado todavía estos niveles, pero sí tiene marcadores inmunológicos o de otro tipo, que es donde está la diana de los nuevos fármacos, que permiten ver qué personas tienen predisposición, señala la especialista. Los fármacos son inmunomoduladores y con el sistema inmune alterado podemos trabajar sobre eso, en etapas muy precoces, que es por lo que se habla de prevención, agrega.

Arsenal terapéutico en DT1

La inmunoterapia como nueva opción terapéutica, según Picón, viene a sumar al arsenal terapéutico en diabetes tipo 1. No podemos hablar de cura, pero con estos tratamientos sí que hay diabetes que retrasan su aparición, se manifiestan de forma más suave y no tienen tanta inestabilidad glucémica, indica. Si a eso le añadimos la terapias que ya conocemos y que manejamos con agilidad, como las insulinas que cada vez son más perfectas o incluso tecnologías como los páncreas artificiales, hablaremos de poder lograr una enfermedad mucho más llevadera para la persona, que no sea tan agresiva ni invalidante.

Actualmente, este tipo de inmunoterapia esta aprobada por la FDA, entidad regulatoria estadounidense; en cuanto a su llegada a Europa, Picón afirma que no se puede hablar de fechas, aunque si el fármaco ya ha llegado a Estados Unidos, en Europa las gestiones están en marcha”. “Es importante que, ante la llegada de esta nueva opción nos preparemos, porque hay que cambiar las estructuras asistenciales, ya que es un tipo de fármacos que no usábamos, intravenosos y de dispensación hospitalaria”, detalla. “Me consta que las instituciones y las sociedades científicas están ya trabajando en ello, también para ver cómo identificamos a las personas que se van a beneficiar de estas terapias.

Aun así, Picón especifica que ahora mismo, aunque es una opción esperanzadora, la respuesta al fármaco es heterogénea, porque todavía no está definida la población que más se va a beneficiar y en cuál habrá que optar por otras terapias. Por edades, Picón pone el foco en la infancia, grupo en el que según señala Colin Dayan también enfatizó durante su conferencia inaugural en el congreso de la SED. El experto mostró una diapositiva muy inspiradora en la que se planteaba la posibilidad de avanzar hasta la erradicación de la diabetes infantil para 2040 o 2045; es la población más sensible y si pudiéramos mejorar la aparición o la forma de debut de la diabetes tipo 1 en población infantil, sería un gran hito, concluye la doctora.

Fuente: Gaceta Médica