(Londres).- El hallazgo, que los científicos detallan en un artículo en la revista ‘Analytical Methods’, permitiría evitar el uso de otros procedimientos más invasivos y dolorosos, ya que en ocasiones es necesario analizar líquido cefalorraquídeo.

Científicos de la Universidad de Huddersfield, Reino Unido, identificaron dos posibles biomarcadores: la esfingosina y la dihidroesfingosina, ya relacionados con la enfermedad.
Uno de los autores del estudio, el químico Sean Ward, señaló que, además de ofrecer una herramienta de diagnóstico fiable, también permitiría investigar el papel que juegan estos compuestos naturales en la evolución de la enfermedad, en vistas del posible desarrollo de nuevos tratamientos.

“La esfingosina y la dihidroesfingosina se han encontrado previamente en concentraciones más bajas en el tejido cerebral de pacientes con esclerosis múltiple. Y la detección de estos esfingolípidos en el plasma sanguíneo permite la monitorización no invasiva de estos y otros compuestos relacionados”, agregó el científico.
En su trabajo, Ward y su equipo evaluaron el potencial analítico de un software quimiométrico llamado Mass Profiler Professional (MPP), suministrado por Agilent Technologies. “Los datos de espectrometría de masas son muy complejos y puede haber miles de compuestos en cada muestra”, ya que permite comparar cada uno de esos compuestos entre las muestras y encontrar pequeñas diferencias, explicó el experto.

La oportunidad de investigar moléculas implicadas en la esclerosis múltiple surgió porque el profesor Patrick McHugh, que dirige el Centro de Investigación de Biomarcadores de la Universidad de Huddersfield, tiene experiencia en el desarrollo de biomarcadores que incluyen esta enfermedad, razón por la que ahora quisiera explorar los cambios moleculares de la sangre que pueden diferenciar los diferentes estadíos de la enfermedad frente a posibles diagnósticos.

Una dimensión adicional de la investigación fue el análisis de muestras de plasma de pacientes con dolor neuropático, entre los que algunos también padecían esclerosis múltiple. De este modo, se identificaron los perfiles metabolómicos para cada fase de enfermedad y vieron claros indicios de que los tres grupos comparten mecanismos biomecánicos similares.
A partir de ahí, la capacidad del software MPP para determinar las diferencias entre los diferentes estadíos y los grupos de control fue puesta a prueba rápidamente, concluyó Wards.
La esclerosis múltiple provoca debilidad muscular y adormecimiento de las extremidades.
La esclerosis múltiple provoca debilidad muscular y adormecimiento de las extremidades.
Esclerosis Múltiple
Es una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal. Comienza entre los 20 y 40 años y afecta más a las mujeres que a los hombres. Pese a que no tiene cura, la medicación, la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a hacer más lento el proceso y a controlar los síntomas.
Los síntomas pueden variar de una persona a otra y también diferirán en función del tipo de esclerosis múltiple que padezca.
Algunos de los síntomas más frecuentes son:

• Alteraciones de la vista.
• Debilidad muscular, adormecimiento de las extremidades.
• Problemas con la coordinación y el equilibrio.
• Sensaciones como hormigueo, entumecimiento, picazón o pinchazos.
• Problemas con el pensamiento y la memoria.
• Dificultades para caminar.
• Falta de sensibilidad o tacto.
• Tristeza o depresión.
• Dolor.
• Fatiga.
• Disfunción sexual.
• Incontinencia urinaria.
• Estreñimiento.