(Atlanta).- El primer electrocardiograma aprobado por la FDA (Food and Drug Administration o Administración de Medicamentos y Alimentos, en español), AliveCor, es un sistema que permite tener el ECG (electrocardiograma) en el teléfono móvil. Por el momento, sólo está disponible para iPhone.

El sistema está compuesto por una carcasa con el aspecto de una funda para el móvil, en donde están los elementos de detección, y una aplicación que es la que permite ver el ECG e interaccionar con él. Entre sus funciones, la aplicación analiza el ECG, las notificaciones y la posibilidad de enviar el trazado al médico.

Hay pocos estudios y la mayoría de ellos con escasos pacientes para detectar su utilidad comparada con el electrocardiograma tradicional. No obstante, el uso está aprobado.

Otro dispositivo es una correa del reloj Apple Watch, que proporciona acceso a un electrocardiograma en 30 segundos en cualquier momento y lugar en el visor.

El advenimiento de estos cambios tecnológicos, disruptivos y revolucionarios empoderan al paciente en el manejo de su salud y la comunidad. Esto obliga a modificar el enfoque de los modelos de atención. Ajustarlos a los cambios será responsabilidad de los médicos y los involucrados en el sistema de salud como así también su educación y correcta interpretación de síntomas.

Técnicamente, toda la tecnología en salud está orientada al cuidado del paciente fuera de los centros hospitalarios, por tanto, el enorme volumen de datos necesitará de un abordaje multidisciplinario. ¿Está preparada la sociedad para estos cambios en salud? ¿Y los médicos?

Imaginemos un futuro no muy lejano, un paciente que presenta dolor de pecho, pondrá el dedo en su teléfono inteligente y éste interpretará que está cursando un infarto y automáticamente se comunicará con la emergencia.

Fuente: Clarín