(Madrid).- El último estudio realizado por el Ministerio de Sanidad y la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña asegura que la robotización de la Farmacia Hospitalaria retorna su inversión tanto en pacientes ingresados como externos en un transcurso, mínimo, de cinco años.

Según un documento al que ha tenido acceso Redacción Médica, además de una mejora en las plantillas y en la gestión del stock inventario, la robotización de la dispensación de fármacos se traduce en resultados económicos. El análisis financiero realizado en este estudio muestra que el retorno de la inversión de la robotización de la dispensación en pacientes ingresados ocurre al cabo de diez años y en el caso de pacientes externos incluso de cinco años si el centro tiene más de 1.200 camas.

Así las cosas, el retorno de la inversión sería sensible al efecto considerado en el inventario y el porcentaje de dosis unitarias que pueden incluirse en el robot de pacientes ingresados. El documento, que analiza literatura sobre la robotización de esta área y entrevistas a nueve responsables de Farmacia Hospitalaria, así como el citado análisis económico, refleja también que la implantación de la robotización reduce los errores de dispensación.

Reducción de errores de dispensación

Acorde a la literatura, el principal resultado de seguridad encontrado sobre el proceso pre-post robotización en pacientes ingresados fue una reducción en los errores de dispensación, pasando de una oscilación entre 0,8-1 por ciento (pre) a un rango de 0,08-0,13 por ciento (post). En el caso de los pacientes externos, estos errores oscilan en general entre 0,6-1,3 por ciento (pre), pasando a un rango de 0,27-0,6 por ciento (post).

Del otro lado, los errores de administración pasarían de un 10,6 por ciento de errores previo a la dispensación robotizada a un 5 por ciento después de implantar esta mecanización. Por ello, y según los datos recogidos por el informe del Ministerio de Sanidad, la robotización conllevaría una reducción del 53 por ciento de los errores.

En todo momento, el informe concreta que la implantación de la robotización, tanto para realizar el proceso de preparación de unidosis como para realizar la dispensación a pacientes externos, impacta en una menor necesidad de recursos humanos y una mejor gestión de stock/inventario. Afirman que la robotización incurre en un ahorro técnico, pero no una reducción de plantilla, “dado que los recursos humanos acaban siendo re-utilizados para lograr una mejor atención farmacéutica o compensar un aumento de la demanda (más pacientes crónicos, más tratamientos dispensados en hospital, más tratamientos citostáticos dispensados…)”.

Recomendaciones según el número de camas

Volviendo al análisis económico relativo al retorno de la inversión, el informe hace una serie de recomendaciones concretando dónde se debería implantar esta mecanización y donde no. Según ello, en centros de unas 300 camas no se recomendaría la robotización en pacientes ingresado y sí en pacientes externos cuando el valor del inventario sea superior a los 5.700€ por cama.

De otro lado, en centros de unas 600 camas o 900 camas (una vez valorado si el gasto, con un retorno de la inversión a 6 o 7 años) es asumible, se asegura que la implantación de la robotización supondría un retorno de inversión mucho más asumible si es un robot de bajo costo.

Para centros hospitalarios de 1.200 camas, un robot para pacientes externos tendría un retorno de la inversión en un plazo estimable como razonable (5 años), y especialmente si hay una baja rotación de stock. Asimismo, finalizan, la intervención en forma de robotización debe venir acompañada de una planificación general con objetivos definidos y una recogida protocolizada de resultados pre-post de proceso, y a poder ser, en salud, para poder facilitar la toma de decisiones futura en este campo, así como para evaluar la decisión tomada.

Fuente: Redacción Médica