(Buenos Aires).- Una de las formas de ingerir medicamentos que ha ganado más popularidad en los últimos años es el de desintegración oral, cuyo atractivo es que el medicamento se disuelve en la boca. A diferencia de las cápsulas y comprimidos, no es necesario tomar agua o masticarlo. Además, dado que el mismo se desintegra rápidamente y disuelve en la boca, se acelera la acción contra los síntomas que se pretende combatir, ya que los ingredientes activos para aliviar los síntomas se liberan con mayor rapidez y, en determinados casos, comienzan su absorción en la boca.

Este tipo de medicamento también ha ganado popularidad en pacientes de edad infantil y entre la población de adultos mayores debido a que es de muy fácil ingestión, especialmente, porque este público suele tener problemas para consumir comprimidos muy grandes y difíciles de tragar. Otra ventaja es que cualquier persona puede consumirlo, especialmente aquellas que buscan mayor conveniencia a la hora de tomar su medicamento.

Los comprimidos de desintegración oral se pueden desarrollar para diversas indicaciones terapéuticas. En el mercado actual podemos encontrar principalmente medicamentos para el dolor, asma e hipertensión. Estos medicamentos se componen de excipientes que dan una sensación agradable a la boca, como sabores dulces, cremosos y de raída desintegración.

Según los expertos de Farma de BASF, los medicamentos de desintegración oral:

  • Son una solución para el público que tiene mayores dificultades para deglutir, pero, por lo general, se recomienda también para todos aquellos que necesitan una medicación conveniente, puesto que ésta se puede administrar sin necesidad de agua y con rápidos efectos terapéuticos, toda vez que la absorción del activo generalmente inicia en la mucosa bucal”.

  • Sin embargo, por ser de desintegración rápida, este tipo de medicamento también exige mayores cuidados a la hora de su almacenamiento, ya que se pueden desintegrar fácilmente incluso fuera de la boca. Es necesario mantenerlos en ambientes secos y con temperaturas agradables para que no se desintegren dentro del empaque, puesto que esto podría compromete su efecto terapéutico.

  • Así como el consumidor debe ejercer cuidados más específicos con los medicamentos de desintegración oral, la industria farmacéutica también debe hacer su parte, ofreciendo al mercado ingredientes de calidad que mantengan sus propiedades terapéuticas durante todo el período de validez del medicamento.

Un medicamento de desintegración oral debe ofrecer resistencia física y química para mantener sus características durante todo el período de validez del medicamento y al mismo tiempo ofrecer una rápida desintegración que proporcione una sensación agradable y cremosa en la boca.Por ejemplo, BASF ofrece Ludiflash®, excipiente farmacéutico desarrollado especialmente para formular esta clase de medicamento.

Esta alternativa es un ejemplo de cómo la industria farmacéutica ha ido adaptándose a las diferentes necesidades de los consumidores. Facilitar la administración de medicamentos ayuda a mantener el nivel de adherencia de los pacientes al tratamiento y también a mejorar la salud de forma más efectiva.

Fuente: Alurralde Jasper