(Buenos Aires).- El cáncer de páncreas (CAP) sigue siendo uno de los tipos de tumores letales, con tasas de supervivencia extremadamente bajas debido a diagnóstico y resistencia a las terapias estándar. Se proyecta que se convierta en la segunda causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos para 2030. Además del diagnóstico tardío, un factor importante es la alta resistencia del CAP a las terapias actuales.

Con este panorama, el equipo dirigido por el Dr. Gabriel Rabinovich, investigador del programa científico que llevan adelante el CONICET y Cáncer Con Ciencia de Fundación SALES, trabaja con el equipo liderado por la Dra. Pilar Navarro del Hospital del Mar de Barcelona, España. Ambos equipos estudian la incidencia de la proteína Galectina 1 (Gal 1). Incrementar la sobrevida y la sobrevida libre de enfermedad en los pacientes con cáncer de páncreas son factores importantes y una necesidad clínica insatisfecha. Es alarmante que tanto su incidencia como los asociados a las tasas de mortalidad están aumentando, dice Rabinovich.

Los análisis de células tumorales pancreáticas expuestas a Gal1 revelan modulación de múltiples vías reguladoras implicadas en la progresión tumoral. Así, Gal1 regula jerárquicamente diferentes eventos implicados en la biología del PDA, incluida la proliferación de células tumorales, la invasión, angiogénesis, inflamación y metástasis, señala Rabinovich.

El cáncer de páncreas se caracteriza por una alta inmunosupresión, un microambiente muy adverso caracterizado por un incremento de células mieloides supresoras (MDSC), macrófagos de tipo M2 y linfocitos T regulatorios. Este escenario conduce a una evasión de inmunidad que podría explicar, al menos en parte, por qué el cáncer de páncreas es completamente refractario a las modalidades inmunoterapéuticas existentes hasta el momento.

Para desarrollar este trabajo, el equipo de Rabinovich realizó diversos estudios en ratones y en células humanas, un sistema experimental especialmente desarrollado para la ocasión. En ambos casos, fue posible verificar la incidencia que posee Gal 1 sobre el cáncer de páncreas. Hemos encontrado que la ablación genética de Gal1 en un modelo animal transgénico de este tipo de tumores aumenta la supervivencia de los ratones y restringe el crecimiento tumoral a través de múltiples mecanismos que implican una disminucióndel estroma y angiogénesis, así como inmunidad aumentada de infiltración celular. Además, demostramos que Gal1 está involucrada no sólo en la iniciación del tumor pancreático sino también al final de las etapas de la progresión del tumor, como lo demuestra la reducción de metástasis en el hígado tras la delecióngénica de Gal1, señala Rabinovich.

Por otra parte, los investigadores constataron que los inhibidores de Gal1 bloquearían simultáneamente el tumor yel compartimento del estroma inhibiendo la proliferación de células tumorales, vascularización y activación de fibroblastos, mientras que se restaura el sistema inmunológico de vigilancia. Por lo tanto, la inhibición farmacológica de Gal1 utilizando anticuerpos monoclonales específicos, podría tener un fuerte impacto sobre la progresión del cáncer de páncreas y contribuir a mejorar la eficacia de modalidades inmunoterapéuticas actualmente disponibles.

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Fuente: Cáncer con Ciencia / Fundación Sales